Monday, March 06, 2006

Marcela de mis Reclamos

Hace unos días (varios) en necesaria noche de distracción drinkera con mi queridísima Miss Louis Vuitton y su Amigo Buena Onda, el último nos 'terapeó' (creo que se debería escribir terapió, pero no me gusta nada cómo se ve, sorry) de lo lindo. Desde definir nuestras personalidades reales partiendo de la forma como nos mostramos ante los demás, hasta descripciones propias en tercera persona.

Debo confesar que fue harto difícil. Y que como defensa inicial, cuando me dijo: "A ver, imagínate que tú eres Marcela, la mejor amiga de María, la que mejor la conoce... háblame de ella, cuéntame cómo es", me dije (entre dientes, claro): "A ver, Mi Misma, con qué babosada nos va a salir este hombre".

Pues bien, de entrada me costó mucho empezar a referirme a mi en tercera persona y dejar que por mi boca hablara la Marcelilla esa, pero cuando lo logré, la descubrí recurriendo a eufemismos inversos (¿se puede?) para no enumerar claramente mis virtudes.

En vez de decir es bonita, dijo: no es incómoda de ver.
En vez de decir es inteligente, dijo: medio le gira la piedra (¿¿¿medio???)
En vez de decir tiene muy buen sentido del humor, dijo: es cagada.
En vez de decir es sensible y compasiva, dijo: es sensible aunque luego es muy azotada.
En vez de decir es fuerte, dijo: a veces, si se lo propone, aguanta vara (¿¿¿a veces???)
En vez de decir es noble y comprensiva, dijo: pues sí, es básicamente buena onda.
En vez de decir es tolerante, dijo: es como curiosa de todo, entonces pues siempre quiere conocer cosas y personas nuevas, diferentes formas de pensar y de ser.
En vez de decir es buena amiga, dijo: uno no se explica por qué siempre está rodeada de gente tan diferente, como que sus amigos no tendrían nada que ver entre sí. Son todos raros.
En vez de decir es expresiva, dijo: le late hacer cosas como escribir o cantar... no es que lo haga bien, pero le gusta.
En vez de decir es agradecida... Ok, eso sí lo dijo así.
En vez de decir es franca, dijo: suele ser directa aunque a veces demasiado y, como tiene poco tacto, cae en la impertinencia.
En vez de decir es simpática, dijo: generalmente, por alguna extraña razón, le cae bien a la gente. Es que es rara, tiene un humor raro, no todo el mundo lo entiende a la primera. (Se llama sarcasmo, darling y lo pusiste en la lista equivocada.)

Whaaaat???? ¡Pero si lo lógico hubiera sido evadirme al balcón descarado de mis defectos! Garigolearle un poco, disimularlos por lo menos. Bueh... pues en ese apartado, la tal Marcela no tuvo ningún reparo.

Está más gorda que nunca.
Es contradictoria. Muy.
Es críptica.
Es sarcástica e irónica (¿?)
No sabe lo que quiere.
Es insegurísima. Cabrón.
Es obsesiva.
Es implacable.
Es desidiosa.
Es indisciplinada.
Es dispersísima.
Es distraída.
Se aburre muy rápido de cualquier cosa.
Es inconstante.
A veces impertinente.
A veces imprudente.
Fuera de quicio es dramática, impulsiva, grosera e hiriente. Toda una Drama Queen, vamos.

Después de estas (y otras varias que no recuerdo) yo estaba a punto de salir del cajón de la represión para gritarle que de dónde sacaba tal confianza y seguridad al hablar de mi, si yo ni conozco a ninguna Marcela y mucho menos es mi mejor amiga.

Estábamos en pleno tire de greñas interno cuando sobrevino la última pregunta del Amigo Buena Onda: "A ver, Marcela, ya para acabar, dime ¿es una mujer que vale la pena conocer (en el más amplio sentido de la palabra)?"

A tal pregunta ella contestó sin titubear y totalmente convencida:
-Seguro, claro que sí. Es una tipaza.

Si, si. Se reivindicó. Pero no la entiendo.
Habrá que conocer más a la monita esta.

8 comments:

Manuel Dávila Galindo Olivares said...

El problema cuando nos vemos, es que siempre se requiere un espejo. Los espejos son metirosos y bastante cabrones, por eso son mis mejores amigos.

Unknown said...

Hijole, nunca lo he intentado, vanagloriarme y destrozarme.

Saludos.

elisa said...

Pues sí, qué valor, mi hermana. Pero que nadie diga que no te has visto -por fuera y por dentro-. A ver si ya le dices a la Marcela esa que no se pase...¿quién se cree para hablar tan falsamente modesta?

María said...

Manuel, Taren y Humanware, bienvenidos.
No sé si es falsa modestia, intento de objetividad o condescendencia pura, querida Daria. Me confundió esta chavilla.
Besos.

Nacho said...

Es difícil ser objetivo ante un espejo imaginario -ante uno real es bastante complejo de por sí- pero no escuches lo malo, sólo date cuenta que somos nuestro juez más implacable, y de lo bueno, pues gózalo, a quien no le gusta dejarse querer tantito (aunque sea por alguna de nuestras múltiples personalidades)?

Bridget Jo said...

ahora ves lo que se siente cada viernes en mi famosa terapia esa del espejo? que fuerte no?! pero neto, duele un chingo pero sirve. besos a la marcelilla que se está aplicando en eso de conocerte.

Anonymous said...

Vaya, y yo creía que alucinaba con mis charlas sobre rayos cósmicos. No, no, no, no cabe duda, tiempo precioso desperdiciado pudiendo beber hasta perder la conciencia, ahhhh.

Denise said...

Uf... el día que lo intente seguro que me llevo sorpresas. No trates de entenderla, hacele caso cuando habla bien e ignorala cuando habla mal. ;-)