Wednesday, March 29, 2006

A poner la mente en blanco

Hoy, a tres años de distancia, volví a ver a la Ex Cuñada Consentida, hecha toda una ejecutiva de las relaciones públicas. Me dio gusto, mucho. En realidad ella lleva algunos meses insistiendo en un encuentro al que yo, para ser sincera, no he hecho más que sacarle la vuelta. Hoy fue ideal, puesto que el encuentro se dio en un marco hasta cierto punto laboral. Sin embargo, al final ella insistió: "tenemos un cafecillo pendiente... te extraño y quiero platicar largo contigo". Yo no estoy muy segura de querer oir lo que dice que me tiene que platicar, jajajaja. Es una sensación rara porque aunque lo único que a estas alturas echo de menos de mi relación fallida con El Artista es a su entrañable familia, creo que ha funcionado re bien la difícil táctica de cortar con todo de tajo... en fin, sólo que no me gustaría dar pasos para atrás en un terreno escabroso. Y mucho menos ahora que me encuentro y sobre todo, me reconozco tan peligrosamente vulnerable.

Volví a la editorial sólo para dejar resueltos un par de pendientes.
Tras reescribir mi notita musical pal mes de mayo, porque el adorable Editor Adjunto, pese a que confía en mi talento —dice— no deja de ser implacable, me disponía a correr a casa para dormir tempranito.
No contaba con que El Editor me sonsacaría (¿o va con "z"?) para cenar y charlar un poco. Y sólo un poco no por falta de ganas (que hacia mucho que no teníamos chance de platicar), sino porque mañana hay que madrugar.
Me voy con el Editor de los Ojos Bonitos (sé que más de una me envidia por esto, jaaaaaaaah) a hacer un recorrido pueblerín en busca de 3 figuras futbolísticas. Ya está todo coordinado. Serán un par de días de carretera que a alguien más podrían parecer pesados, pero que dadas las condiciones de mi estado anímico me vendrán muy bien para distraer la mente y cambiar de aires.
A ver si por ahí se nos pegan unas fresas, unos zapatos y unas corundas ... ah y tambien se nos podrían pegar algunas mariposas monarca en el camino. ¡Qué bonito! Si sí, les traigo fotos.

Monday, March 27, 2006

Hard Night's Day

Eso fue el domingo.
Y la cereza de mi pastel de depresión.
Después de la más desagradable (juro que no estoy exagerando) borrachera que me he puesto jamás, vino lo peor: la cruda moral.
Y luego tocar fondo, sola.
Yo vs Yo.
Restregándome en la linda y recta naricita mi cobardía. Mi incapacidad para manejar el dolor. Mi nula fluidez para decir lo que siento, de verdad, de corazón, sin chistecitos aderezadores que fungen más bien de caretas. Mis estúpidas ganas de demostrar que puedo, que soy fuerte y que me puedo reír mucho, aunque no pueda hablar... hasta que claro... no pude más que llorar y llorar. Y dormir y llorar intermitentemente hasta que se me acabaron las fuerzas.
De cuando en cuando desperté y no pude evitar los malos recuerdos... Me desconocí y me llené de vergüenza.
No me puedo permitir caer más, lo sé. Y como evidentemente no estoy preparada para manejar lo que está pasando y lo que se avecina, decidí obligarme a una terapia.
Me deseo suerte y que esta etapa termine pronto, por favor.
This is not me.

Wednesday, March 22, 2006

Y al final, nada nuevo

El lunes fue día de evasión, la verdad.
Había que entrevistar (quién me manda a ser proactiva) a una Internacionalmente Reconocida Banda Chilanga (que recientemente fue invitada nada menos que al show de Jules Holland en Londres) cuyo label manager afirmaba que ese día y sólo ESE DÍA podían acceder a la entrevista ("porque tienen compromisos, giras, ensayos... tú sabes" - No, yo no sé. Yo tengo una vida normal y no sé de giras y ensayos. Sé, si, que este puente me caía como anillo al dedo para descansar un poco la intensidad del último mesesito... Pero en fin, ese no es el tema).
So, en medio de una ciudad vacía por el fin de semana largo que uno no sabe si agradecer al equinoccio de primavera o al honorable Bomberito Juárez, me dirigí al lugar de encuentro sin más ánimo que el de salir un poco de mi esfera de impotencia y azote.

La Editora Asociada amablemente accedió a llevarme una grabadora prestada, la de El Editor. De paso, dijo, se distraería de su depre acompañándome mientras yo realizaba la entrevista. Así que nos vimos desde antes, charlamos, fuimos por un cassette y nos sentamos cómodamente a esperar que llegaran los músicos. Ella comiendo torta de tamal, yo mirando con nostalgia al hurón de un vecino de banqueta.

Fue muy agradable el reconocer el rostro del primero que llegó a la cita: El Saxofonista, conocido en el bajo mundo musical con el apelativo despectivo que se les da a los árabes en España, aunque claro, a él como es un buen tipo, se le dice con cariño y hasta en diminutivo. Yo lo conocí hace como 8 años, porque durante un breve período de tiempo toco en la banda de ska punk de El Novio Prohibido. No sabía que recientemente se integró a la Internacionalmente Reconocida Banda Chilanga poseedora del mérito suficiente para sacarnos de la cama la religiosa mañana de un lunes de puente. Lo bueno es que al final valió la pena: además del grato encuentro con El Saxofonista, acompañado de rica plática de cinito y remembranzas, estuvo interesante la entrevista, saber de esas giras por Europa y Oriente Medio, de cómo han logrado posicionar sus canciones entre públicos de hablas tan distantes de la hispana, del reconocimiento de músicos como Peter Gabriel (que les grabó su más reciente CD bajo el sello Real World)... Tanto El Vocalista como El Baterista también estaban en muy buena onda y la entrevista fluyó relajada.

Al terminar me dirigí a la editorial a hacer algunas llamadas pendientes, sin éxito, claro. (La única violadora del sagrado puente era yo). En eso estaba cuando llamó la Doctora Ilustre, esa gran amiga que vive en Madrid pero que está pasando una temporada larga en nuestra ciudad, para invitarme a su casa. Aunque al principio yo andaba desganada, dulce Daria Zen me convenció de que tal vez sería bueno: las tres juntas, como en los viejos tiempos, reunirnos a arreglar nuestros nuevos mundos... Pensando también en que no era mala idea que me distrajera y tal, terminé yendo. Es increíble cuán reconfortante puede ser compartir tiempo, dudas, sozobras, alegrías, consejos y abrazos con estas hermanas por elección que me he conseguido.
Y claro, como era de esperarse después de meses de no vernos, la plática se extendió hasta entrada la madrugada. Salí de ahí cerca de las 4, con un frío condenado y una pereza indecible de sólo pensar en el largo trayecto a mi casa.

Llegué y nada nuevo. Como siempre, no había nadie. Así que sin nadie que me ayudara a seguir con la evasión tan exitosa del día, decidí dormir muchas horas para incubar felizmente al bicho que hoy me tiene con algo de fiebre y un dolor de garganta bastante molesto.

Sunday, March 19, 2006

Complicado

Ayer dieron de alta a Mi Mejor Cómplice del hospital.
Estable, cierto. Pero con un diagnóstico nada alentador.
Su insuficiencia renal crónica va a peor y eventualmente será necesario dializarla. Esto puede llevar meses o años. Y la calidad de vida que pueda tener mientras tanto depende en altísimo porcentaje de su voluntad y disposición.

Papá Doctor nos reunió a Bigbro y a mi y nos dijo que serán tiempos difíciles. Que hay que ser equipo y hacer estrategias.
Hoy habrá otra reunión que incluirá seguramente a la Mujer de los Ojos Hermosos y a Supercú (ñado) para acordar voluntades y responsabilidades.

La noche de anoche fue terrible. Mi Mejor Cómplice no puede dominar su angustia, está en permanente y altísimo estrés porque tiene un miedo terrible a que le falte el aire. Tal estado agudiza los riesgos normales de su hipertensión (crónica también).

Hacia la tarde-noche le empezó a dar fiebre, por lo que nos puso en alerta (sobre todo porque el hecho de la reciente salida del hospital, hace existir probalilidades de que haya pescado alguna infección allí). Logramos disminuirla con paracetamol y medios físicos por ahí de la madrugada. No ha vuelto. Si lo hace, habrá que llevarla al hospital de nuevo, según indicaciones de la doctora que la atendió allí.

A pesar de que el psiquiatra le mandó sedantes para dormir, estos no hicieron ayer ningún efecto, por el contrario. Yo la vi más angustiada y nerviosa que nunca, con intermitentes ataques de náuseas. Deprimida, desesperada, irritable, indispuesta.

Come a regañadientes. Me duele y me enoja. Sé, porque me lo dijo Papá Doctor (y por sentido común), que si ella no pone de su parte difícilmente podrá salir de esto. Y ella se debate entre el terror que le da morir y la desgana y frustración que le provocan las condiciones de su cuerpo.

Y yo no sé qué hacer... cómo saber qué quiere para hacerme su cómplice en eso, o cómo convencerla de que se haga la mía en la mísión de echarse pa'lante y dar la batalla. No sé cómo hacer para que no me duela y desespere la impotencia cada que le pido que coma o que se tranquilice un poco y me mira con esos ojos que parecen decir: "no te entiendo y no me entiendes" y que tienen la expresión desolada de un llanto seco que ni siquiera puede ser en plenitud. La otra opción, dejarla morir, me parte en cachitos de sólo pensarla... y me reencabrona siquiera considerarla como opción.

Saturday, March 11, 2006

DÍPTICO

SANTIAGO

Santiago, de profesión músico, compuso hoy por la madrugada su mejor canción.
Al terminar su presentación en el barecillo vacío en el que se presenta todos los fines de semana, de jueves a sábado y de once a una, caminó un rato, cargando su guitarra por las calles oscuras antes de llegar a casa.
Al entrar se encontró debajo de su puerta un recado. Acomodó la guitarra en el sillón y tras encender un par de velas se sentó y recargó sus codos en las rodillas para leerlo con atención, casi con veneración como cada noche. Era un ritual reciente.
Hasta hace seis días los recados llegaban de forma espontánea. El domingo pasado, al volver a casa no encontró nada bajo su puerta. Desde el lunes, decidió turnar en el tapete de la entrada, uno a uno, los recados que alguien había venido dejándole desde meses atrás, reciclando con ellos el momento que le permitiera seguir encontrando el mismo mensaje en su puerta cada noche al entrar a casa. Loop.
Bebió un poco de agua. Sólo la necesaria, quedaba poca. Paradójicamente, a pesar de las carencias no podía evitar sentirse pleno, incluso inspirado.
Se sentó y abrazó su guitarra en complicidad para iniciar la composición. Tras los primeros acordes empezó a fluir la melodía completa. La letra vino después, aunque desde el principio la tuvo clara en la mente.
Cuando terminó, cantó su canción de un hilo y quedó más satisfecho que nunca antes. Sin duda era la mejor que hubiera escrito jamás.
La llamó "El último habitante del planeta".
Es una pena que ya no haya nadie para escucharla.


AITANA

Aitana podía ser descrita como una idealista, como una romántica indomable. No sólo creía en el amor por encima de todo, sino hasta en las buenas intenciones.
El segundo jueves del febrero pasado decidió pasar a dejarle un mensaje a Santiago. Sabía que no estaría en casa, seguro habría ido a tocar al barecillo. Pero daba igual, la intención era que lo viera y lo leyera al regresar, así que escribió el recado en un papel blanco que deslizó bajo la puerta.
Al día siguiente volvió a hacer lo mismo. Y al siguiente y al siguiente. Lo hizo diariamente y aunque el mensaje era siempre el mismo, cada día escribía un recado nuevo.
Hasta que un día no pudo hacerlo más.
Si alguien le hubiera preguntado cuál era su última voluntad, ella habría respondido que deseaba que Santiago siguiera recibiendo su mensaje cada noche de las que le quedaban a su vida.

Thursday, March 09, 2006

De urgencias y mantras

Yo tengo una idea muy clara de la palabra URGENTE.

Cuando yo era niña, El Doctor (mi padre) usaba un localizador; le llamábamos 'el radio' porque los mensajes eran hablados: una operadora repetía textualmente el cuerpo del mensaje solicitado. El aparatejo, en ese entonces, era de uso casi exclusivo de los médicos, por aquello de las urgencias. Recuerdo que cuando La Rubia Superior quería hablar con él, le mandaba o nos pedía que le mandáramos un mensaje por 'el radio' pidiéndole que se comunicara a la casa (y eso sólo tras haber intentado localizarlo ya en su consultorio, casa del Abuelo y el hospital).
Para nosotros era divertido poder "decirle" lo que fuera a papá, incluso jugarle bromas a sabiendas de que habría gente alrededor suyo que escucharía nuestros
mensajes. Y él siempre lo tomó re bien. Después llegaba y nos contaba entre carcajadas las reacciones o las consecuencias de nuestros chascarrillos.

Sólo había una palabra prohibida en los mensajes: URGENTE. Para él, como médico, era una palabra determinante. Si le decíamos que se comunicara urgentemente a su casa, él entendería que estaba pasando algo realmente grave, que había habido algún accidente. Y claro, se asustaría.

Y cuando alguna vez fue URGENTE que viniera, no habían pasado 15 minutos del envío del mensaje, cuando él estaba llegando a casa rayando llantas y apenas a tiempo de llevar al otro Abuelo al hospital para ser atendido así, de urgencia.

El martes pasado Mi Mejor Cómplice tuvo otra crisis.
La llevamos a URGENCIAS. Venía grave y era URGENTE que la atendieran.
Pasaron 7 (siete) horas antes de que le tomaran una placa para determinar si su estado ameritaba una atención de URGENCIA. 7 (siete) horas de tenerla sentada en una silla de ruedas, hinchada hasta la deformidad, con manchas ostentosísimas que denotaban una intoxicación creciente y un estado adormilado cada vez más cercano a la inconsciencia.

Y seguramente hubieran pasado otras tantas horas si Bigbro no hubiera tenido a bien, en su desesperación, explicarle a gritos a uno de los médicos que aún entre tanta demanda, la URGENCIA es impostergable, más aún cuando es tan evidente. Y no obstante que no se tengan resultados de unos análisis sanguíneos que aún no se han requerido (claro porque no están seguros de si son muy necesarios). NOBODY THINKING THERE??? NOBODY FEELING EITHER???

Me pregunto si los significados de las palabras cambian o se desgastan con el tiempo.

Ella, después de todo, está internada de nuevo. Y en buenas manos, me parece.
Y yo estoy buscando mantras que me tranquilicen.


"Everything Will Be Alright"
(The Killers)

I believe in you and me

I'm coming to find you
If it takes me all night
Wrong until you make it right
And I won't forget you
At least I'll try

And run, and run tonight

Everything will be alright
Everything will be alright
Everything will be alright

Everything will be alright
Everything will be alright
Everything will be alright

I wasn't shopping for a doll
To say the least, I thought I've seen them all
But then you took me by surprise
I'm dreaming bout those dreamy eyes
I never knew, I never knew
So take your suitcase, cause I don't mind
And baby doll, I meant it every time
You don't need to compromise
I'm dreaming bout those dreamy eyes
I never knew, I never knew
But it's alright...
alright

Everything will be alright
Everything will be alright
Everything will be alright

Everything will be alright
Everything will be alright
Everything will be alright

Everything will be alright
Everything will be alright
Everything will be alright

Everything will be alright
Everything will be alright
Everything will be alright

Monday, March 06, 2006

Marcela de mis Reclamos

Hace unos días (varios) en necesaria noche de distracción drinkera con mi queridísima Miss Louis Vuitton y su Amigo Buena Onda, el último nos 'terapeó' (creo que se debería escribir terapió, pero no me gusta nada cómo se ve, sorry) de lo lindo. Desde definir nuestras personalidades reales partiendo de la forma como nos mostramos ante los demás, hasta descripciones propias en tercera persona.

Debo confesar que fue harto difícil. Y que como defensa inicial, cuando me dijo: "A ver, imagínate que tú eres Marcela, la mejor amiga de María, la que mejor la conoce... háblame de ella, cuéntame cómo es", me dije (entre dientes, claro): "A ver, Mi Misma, con qué babosada nos va a salir este hombre".

Pues bien, de entrada me costó mucho empezar a referirme a mi en tercera persona y dejar que por mi boca hablara la Marcelilla esa, pero cuando lo logré, la descubrí recurriendo a eufemismos inversos (¿se puede?) para no enumerar claramente mis virtudes.

En vez de decir es bonita, dijo: no es incómoda de ver.
En vez de decir es inteligente, dijo: medio le gira la piedra (¿¿¿medio???)
En vez de decir tiene muy buen sentido del humor, dijo: es cagada.
En vez de decir es sensible y compasiva, dijo: es sensible aunque luego es muy azotada.
En vez de decir es fuerte, dijo: a veces, si se lo propone, aguanta vara (¿¿¿a veces???)
En vez de decir es noble y comprensiva, dijo: pues sí, es básicamente buena onda.
En vez de decir es tolerante, dijo: es como curiosa de todo, entonces pues siempre quiere conocer cosas y personas nuevas, diferentes formas de pensar y de ser.
En vez de decir es buena amiga, dijo: uno no se explica por qué siempre está rodeada de gente tan diferente, como que sus amigos no tendrían nada que ver entre sí. Son todos raros.
En vez de decir es expresiva, dijo: le late hacer cosas como escribir o cantar... no es que lo haga bien, pero le gusta.
En vez de decir es agradecida... Ok, eso sí lo dijo así.
En vez de decir es franca, dijo: suele ser directa aunque a veces demasiado y, como tiene poco tacto, cae en la impertinencia.
En vez de decir es simpática, dijo: generalmente, por alguna extraña razón, le cae bien a la gente. Es que es rara, tiene un humor raro, no todo el mundo lo entiende a la primera. (Se llama sarcasmo, darling y lo pusiste en la lista equivocada.)

Whaaaat???? ¡Pero si lo lógico hubiera sido evadirme al balcón descarado de mis defectos! Garigolearle un poco, disimularlos por lo menos. Bueh... pues en ese apartado, la tal Marcela no tuvo ningún reparo.

Está más gorda que nunca.
Es contradictoria. Muy.
Es críptica.
Es sarcástica e irónica (¿?)
No sabe lo que quiere.
Es insegurísima. Cabrón.
Es obsesiva.
Es implacable.
Es desidiosa.
Es indisciplinada.
Es dispersísima.
Es distraída.
Se aburre muy rápido de cualquier cosa.
Es inconstante.
A veces impertinente.
A veces imprudente.
Fuera de quicio es dramática, impulsiva, grosera e hiriente. Toda una Drama Queen, vamos.

Después de estas (y otras varias que no recuerdo) yo estaba a punto de salir del cajón de la represión para gritarle que de dónde sacaba tal confianza y seguridad al hablar de mi, si yo ni conozco a ninguna Marcela y mucho menos es mi mejor amiga.

Estábamos en pleno tire de greñas interno cuando sobrevino la última pregunta del Amigo Buena Onda: "A ver, Marcela, ya para acabar, dime ¿es una mujer que vale la pena conocer (en el más amplio sentido de la palabra)?"

A tal pregunta ella contestó sin titubear y totalmente convencida:
-Seguro, claro que sí. Es una tipaza.

Si, si. Se reivindicó. Pero no la entiendo.
Habrá que conocer más a la monita esta.

Saturday, March 04, 2006

María Unplugged

En estos días ha habido de todo… y poco tiempo y poca lucidez para entender, asimilar, reaccionar.
Muchos sentimientos encontrados.

Una mañana de reencuentro con las Amigas-Hermanas de toda la vida: La Chica Totalmente Palacio, Mami Gourmet, La Mujer Sonrisa y, por supuesto, Daria Zen, resultó un reconfortante bálsamo cuando recién iniciaba la huelga de tristeza. Reconocernos tan distintas y tan firmemente unidas a pesar de haber tomado caminos tan diferentes, a pesar de las distancias, de los compromisos, de los tiempos que no nos ayudan… y tan solidarias y tan hermanas por elección. Fue bien bonito. Sólo faltó la Doctora Ilustre. Pero acaba de llegar de Madrid a pasar larga temporada en la ciudad. Así que habrá tiempo de ponernos a mano.

Después vino la hospitalización de Mi Mejor Cómplice, en medio de un sustazo. A los dos días la cirugía de alto riesgo de El Doctor (mi padre), todo en medio de gran tensión familiar. Y de gran disposición también. Me sorprendí de qué buen equipo hacemos. Y también del poco control que tengo sobre mi y sobre mis emociones cuando me invade el miedo. La cabeza se me va llevándose por detrás a mi concentración, mi ecuanimidad, mi capacidad de sonreír y mi sueño. Me descubro vulnerable y me siento paralizada, incapaz de tomar pequeñas decisiones (las grandes, por el contrario, me salen de impulso en estas circunstancias).

En la peor de las noches, cuando había dado por perdida mi lucha contra el insomnio, apareció el Novio Prohibido, preguntando (justo esa noche) si estaba bien. Mi primera duda fue si debía responderle; la segunda, si habría que decir la verdad o fingir que estaba todo en orden. Y claro que hubiera podido mentirle, salvo porque me conoce tan bien que habría detectado la mentira al segundo. Ese timing, ese timing… de ciclos, de cierres, de coincidencias contundentes e implacables. Ejemplo: nos dimos cuenta al final de esta plática de sanación, de que ese mismo día (seguramente también a esa misma hora) se cumplían exactamente 10 años de que echamos a andar nuestro cronómetro con un beso. ¡Vaya exactitud y confabulación cósmica para un cierre de círculos! Pero me gusta ese ‘compló’ del universo, eh? Me hace pensar que por fin estamos todos listos para terminar bien y de buenas.

Hoy, tras el riguroso período de observación (y claro, miedo) en la primera etapa de convalecencia de El Doctor, sabemos que lo darán de alta en unas horas. Mi Mejor Cómplice salió del hospital hace un par de días. Deja atrás una neumonía, una anemia crítica, un berrinche renal y una pataleta del corazón. Trae a cuestas una depresión a la que me he propuesto dar batalla. Así que puedo cantar, aunque sea bajito para no molestar, un par de victorias. Con todo y que hubo alguna baja: resulta que en medio de este huracán de sentimientos exaltados y dolores contenidos, La Rubia Superior y yo tuvimos un feo encontronazo y estoy muy arrepentida de haber permitido que sacara lo peor de mi. Plus, se siente pinche ser capaz de sacar lo peor de ella. Aguardo un mejor momento (y la reunion de huevitos, of course) para la conciliación.

Ayer el apapacho, el consejo y el cariño de mi querida Daria evitaron que me encerrara en mi vacío departamento a resistir estoicamente que se me vinieran las paredes encima. En plática de hermanas evaluamos la posibilidad de que esté en un buen momento para iniciar una terapia. No me desagrada la idea, ni me asusta. Crisis=oportunidad. Y ¿qué de malo tiene aceptar que lo necesito?

Sólo que de momento urge más descansar la mente y el cuerpo, pero sobre todo las emociones.

Off.

Wednesday, March 01, 2006

:)

Felizmente y con una sonrisotototota (aunque aún no me atreva a cantar victoria) me permito anticipar que tal parece que se avecina el fin de mi huelga de tristeza.