Monday, January 04, 2010

causa sin azar, insomne y desahuciada

de madrugada no me veo claramente.
no entiendo mis estremecimientos bipolares.
bien de fuego, bien de nieve.
el frío me hace desvariar entre viejos acordes de guitarra y una aguda voz que me devuelve a los 19, cuando la lucha aún era romántica de tan platónica. porque encontraba en las fábulas de hermanos y las historias de causas y azares, un montón de revelaciones de una vida que apenas creía entender por referencias.
me lleva más lejos, más atrás: a la primera terrible decepción, a la muerte de una mascota, a las plegarias ignoradas, a la tarde que sin querer, dejé de creer como creen los cubanos: en ideales y utopías, esa tarde en que por vez primera cuestioné "las verdades" que me habían contado. la que precedió a la noche en que maldije todo lo sagrado y conocí la culpa.
y luego me lleva de nuevo a la postadolescencia que me sorprendió reprochándole a alguien la mirada constante y la sonrisa perfecta. sin que la intención fuera acomodar la lírica a mi historia, mejor aún: convencida que de alguna inexplicable manera, aquella canción no podía sino haber sido escrita para mi historia. cuando mi responsabilidad sólo era intensear.
hoy, en la búsqueda de claridad y congruencia los sueños en las noches de verano e invierno no llegan, no pasan por una puerta flanqueada por la angustia.
y pensar que apenas ayer parecía que todo iba a estar bien. que ver al perdón y la sangre volverse uno, bastaba para creer de nuevo, para esperanzarme, para sonreír de aquí al final del 2010.
no lo sé. quizá sólo esta madrugada no lo veo claramente.
quizá sólo esta madrugada siento mi causa perdida.