a estas horas debería irme ya a dormir, y sin embargo me ganan las ganas de escribirle.
no sé bien qué... no tengo claro qué exactamente es lo que le quiero decir. sólo sé que empiezo a sentir cada día (por no aceptar con resignación que a cada rato) la necesidad de decirle algo, lo que sea. basta un "hasta mañana".
¿será sólo mi anhelo de cotidianidad? ¿o será que ya se arrancó la cotidianidad misma y yo ni cuenta me di? yo sólo sé que los días que lo veo mis caballitos se convierten en corcelazos desbocados que al día siguiente soportan estoicos —y hasta con torcido humor— el aterrizaje a la realidad incierta. me siento un poco en una montaña rusa... quizá es que perdí la costumbre de la altura y ahora resulta que me dan vahídos.
sea como sea lo estoy disfrutando.
un poco por sorpresa y otro poco porque quiero.
un poco porque me besa y otro poco porque lo muerdo.
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6 comments:
Si hace falta, toma dramamine ¡¡y sigue disfrutando de esas alturas!!
Aaaaaaaaaaaay me fascina como escribís, nena!!! No me falles que me matás con tus letras y que rico morir así por tí!!!!!
Exenio, dramamine, claro, cómo no lo pensé antes. Abrazo.
Bob, dale, dale, no te fallo, pero con la condición de que no te mueras.
El amor, María el amor, hay que disfrutarlo.
Saluditos,
Me encantas...
Desconocida, ajá, disfrutarlo... y entenderlo y sufrirlo y aguantarlo y quererlo y extrañarlo y masticarlo y digerirlo y cagarlo y... disfrutarlo.
Anonymous, gracias y disculpe... (guiño y discreto mutis).
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