Sunday, November 05, 2006

Encuentro para un abrazo fuerte y largo

hacía una mini fila en la caja del super.
pasaban de las 10 pm cuando fui expresamente a pagar el recibo del teléfono, a unas horas de vencerse.
y de pronto lo ví a mi lado, pagando un six. era él. el cabello largo y despeinado. me gusta más así. confieso una total debilidad por los rizos revueltos.
tras la sorpresa inicial y los reclamos consecutivos por mi absoluta desaparición hace casi un año, nos abrazamos con gusto. ahora resulta que somos vecinos, y yo que lo hacía de vuelta en los united. va y viene, por lo que cuenta.
le ofrecí un aventón y me invitó a conocer su departamento.
charlamos en la cocina --que es donde está permitido fumar--, de todo y de nada, de qué ha pasado en nuestras vidas, de cómo yo cada vez creo menos en las relaciones y de cómo algunas chavas deciden hacer a un lado sus carreras para casarse y tener hijos, de la incompatibilidad de uno y otro camino, de lo que uno tiene que sacrificar por ser quien es y por hacer lo que hay que hacer para alcanzar los sueños, y de cómo duele. y de pronto se desmoronó. el llanto lo invadió.

siempre me ha conmovido sobremanera ver a un hombre llorar, sobre todo cuando son hombres recios y bien plantados, como diría mi abuelo. en esos casos paso de la estupefacción al histrionismo de una fortaleza lejanísima a mi. así que conteniendo el llanto propio no supe qué decir, no supe hacer más nada que abrazarlo, fuerte y largo.

ahora que lo pienso no puedo evitar la cutre duda de si ese abrazo con su fuerza, su duración y su consuelo, era para él o para mi.

21 comments:

Nacho said...

Para los 2.

Juan Solo said...

Uta que hermoso, me encantó, que lindo y perfecto momento. Increible.

Abracadabra said...

me latió tu blog, te invito a que visites el mío

María said...

Nacho, ¿si, verdad? qué bueno que me lo recuerdas... es que la culpa por mi egoísmo me asalta más a menudo de lo que yo quisiera. te mando abrazo.

Juan: gracias, qué bueno que te gustó... a mi en realidad me pasa un poco a veces que siento que al poner algunos momentos o sentimientos en palabras o en textos, no les hago justicia. jaaaah, es difícil. en fin. qué bien que pasas por acá.

Abracadabra, gracias por la visita. Bienvenido. Saludos.

Prismatico said...

solo entre para decirte que me gusta mucho tu foto!! salu2

elisa said...

Definitivamente, ver a un hombre llorar sí desarma. Acostumbrada una a ser siempre el centro del drama, cuando un hombre (y bueno, si es un amigo pues la cosa se agudiza) llora a mí me hace creer que son conmovibles, ja ja. Fuera de la broma, yo les recomendaría que lloraran más: es liberador.
Por lo demás, un abrazo para ti (y para el amigo también).

Miss Neumann said...

un abrazo siempre es para lo 2, seas tu el que lo da o el que lo recibe!!! por eso los abrazos son la netaaaaa!!!!

porque uno da y recibe de inmediato!! si todo fuera asi...

Seoman said...

Un abrazo es lo mas maravilloso del mundo. Y un hombre llorando no tiene nada de malo, Siempre que sea bien entendido ese lloro

Mr. gonX said...

Yo siento que ese abrazo era para él, definitivo.

Y que bien que estaba dispuesto a ser abrazado.

Hay algunos que prefieren el llanto en soledad y tienden a huir del abrazo que consuela. ¿por qué?

María said...

Prismático: hombre muchas gracias, saludos.

Daria: coincido, no es que tenga nada de malo, simplemente me desarma. Gracias por los abrazos. Van otros de vuelta para tí.

Miss Neumann: qué perspectiva tan chida, jaaaaaaaaaah. nunca lo había visto así... pero tienes razón es un toma y daca de expectativas y efectos inmediatos. sí son la neta.

Seoman: bienvenido... y pienso como tú, no creo que el llanto de un hombre tenga nada de malo. simplemente en la sociedad en que vivo no es común y por ello me conmueve muchísimo. por otra parte pienso que el "lloro" en mi caso es siempre bien entendido por simple empatía de ser sensible.

Mi extrañado Gonx: ¿así de plano? quizá en un principio si, pero debo decir que después me reconfortó a mi también. los que a veces preferimos el llanto en solitario sabemos que al final las fuerzas hay que sacarlas de dentro de uno mismo y no de alguien más. ¿o usté qué cree? aunque en el fondo quiero convencerme de que no nos vendría mal aceptar un apapacho, a manera de porra, de vez en cuando.
Bienvenido de regreso. Abrazo y beso grande para Usted.

Mr. gonX said...

Yo siento que el mejor apapacho es el que uno se da a sí mismo porque es así como uno crece y se cicatriza mas rápido, pues.

Eso no qiere decir que uno rehuya al apapacho ajeno que, en momentos de crisis total, es el único salvavidas que lo mantiene a uno lejos del hoyo.

Negra said...

Pinsa que era para ambos y vive feliz.

Un beso amiga.

Negra said...

Oops! es piensa, no pinsa. Eso me pasa por escribir con cigarro en mano.

Otro beso.

Anonymous said...

Oooorale!!
Ahora sí no sé de quien hablas, y el texto es simplemente maravilloso!!
Eso demuestra, que no es porque entienda que me gusta tu escritura

Te digo, pero no me haces caso!!!

Escribe!!!!

María said...

El chiste es, MisterG, precisamente hallar un sano equilibrio entre uno y otro bálsamo, es como si el abrazo ajeno fuera un analgésico y el propio un antibiótico. A veces se necesita de ambos en dosis específicas, digamos que depende del caso. Yo le mando un abrazo (no medicinal) de oso mientras, nomás por el gusto.

Negra, qué bueno que pasas por acá. Gracias. Y si, he llegado, como tú, a la conclusión de que fue para ambos. Te mando un abrazo fuerte.

Mazunteño, gracias. Jaaaah. Escribo... un chingo... en eso ando desde hace días. Vuelvo en breve. Abrazo.

Anonymous said...

Un abrazo es un baile de pareja que siempre se baila entre dos.

Aunque a veces podemos recordar al perro de las caricaturas que se abrazaba solo.

Creo que ya tengo sueño

María said...

Real, gracias por la visita. ¡qué bonito eso del baile! ja. y también es chida, para mi, la imagen del perrito de autoabrazo.
Nos leemos.

Anonymous said...

a mi tambien me gusto tu foto, tus posts me agradan

Exenio said...

Como dice mi Mony... debí ser soltero para siempre...

Casi siempre detrás del monitor; a veces creo que lloro, así, sin más, por cualquier cosa: por leer, por oír, por ver, por creer.

Qué hacerle.

Lejos de la mundanidad y muy cerca de ella, me parece que he cerrado los sentidos a muchas cosas y ello me ha hecho un "insensible sensato"; maldita necesidad del salario.

Lo bueno de la red es saberse enmarañado con otra gente igual que uno: ilusa e ilustrada.

María said...

Exenio, gracias por tu visita y por tu comentario. Pasé a tu blog pero no pude comentar. Saludos. Por acá nos leemos.

Anonymous said...

¡auch!... no sé por qué me ha gustado esta crónica...