Sunday, December 10, 2006

Déjà vú

Se suicidó un 1 de enero. Me llamó antes. Yo no estaba. Y él no esperó. Para cuando devolví la llamada era —otra vez— taarde; ya no estaba. Por fin se había ido. No voy a saber nunca lo que quería decirme. No me dejó derecho de réplica. Eso me enojó durante algún tiempo.
Quizá fue esa la razón por la que cada vez me costó más trabajo recordar su rostro. O tal vez fue sólo que no conservé ninguna foto suya (sin contar las de los anuarios que no me interesa consultar, porque el que iba a esa escuela no era él).
Hace poco descubrí un gran parecido en alguien cercano. De pronto lo ví: un cierto ángulo, la luz tenue sobre el rostro... y tuve un flashazo en el que reconocí su perfil, sus particulares cejas, su nariz fuerte y sus labios discretos, tímidos. Por momentos me pareció que hasta en su mirada había resquicios de mi recuerdo bloqueado. Le basta ser intensa para que yo pueda imaginarla nostálgica, ardorosa, con esporádicos brillos de rabia y la serenidad pesada de quien, a pesar de sus melancólicas cavilaciones y de no alcanzar a entender, tenía una certeza. Ahora sé que era la de su muerte. Que él sabía que estaba en sus manos y que lo decidió mucho antes.
El impacto de esta memoria ha sido fuerte. Me ronda en las noches como nunca antes. También en el día... me secuestra los pensamientos.
Y cuando me doy cuenta, me descubro con la mirada perdida, ensartada en una visión que nunca antes había pasado por mi mente... imagino el momento de su muerte... su cara ensangrentada... su mirada viendo más allá con la paz del que de súbito lo entiende todo... los momentos de la asfixia, de la dificultad para respirar, sus ojos implorando a los cercanos dejarlo ir, no hacer nada, no intentar retenerlo en donde hacía mucho no quería estar.
Y sus manos tan blancas, quietas.
Y las cejas prominentes sobre sus ojos cuando por fin se cerraron.

Tuesday, December 05, 2006

Mejor me duermo. Now.

Hay noches y noches...
ésta estoy cansada... me desvelé anoche y madrugué hoy. Salí tarde de la oficina para subirme a mi dulce y verde automóvil y darme cuenta de que se negaba a moverse. Traté de convencerlo pero nomás no quiso. Mejor convencí a Papá Doctor de que fuera por mi y me diera hospedaje... porque claro, en el merequetengue del intento de convencimiento fallido nos dieron las tantas y ya nos dio hueva ir hasta mi casa. Tuve que dejar a mi dulce y verde y descompuesto automóvil en el estacionamiento de la editorial, solito y a su suerte. Pero mientras sacaba mis pertenencias de sus rincones más escondidos, —previendo que mañana tendrá que salir de ahí en grúa—, tuve que recurrir a la contorsión y ¿por qué no? me lastimé la espalda.
Al llegar a casa, La Rubia Superior me consintió con una ligera cena conformada por un par de quesadillas de queso oaxaca con deliciosa y picosita salsa verde. La verdad, al paladar no me picó tanto como cuando sin darme cuenta me tallé los ojos con el poco precavido dedo que minutos antes había hecho contacto con ella...
Aaaaardeeeeeee....

Monday, November 20, 2006

Reflexiones pre navideñas

Bacalao Apestoso mientras hacía su carta a Santa Clós con ayuda de su madre:

—Mami, yo creo que Santa, el de adeveras, no conoce a los de a mentis... .

A unos metros yo pensaba si a mis tres años tenía tan claro como él que había unos de adeveras y otros de a mentis... Santas, por lo menos.
Si así hubiera sido tal vez hoy a mis 31 no me haría tantas bolas entre los presidentes de adeveras y los espurios.
A ver, para empezar... ¿Qué entendemos por "de adeveras"?

Wednesday, November 15, 2006

Taaarde...

A propósito de abrazos y encuentros, les dejo este video, que toooooda la redacción ya había visto, menos yo. Bu. Pero igual hay algún otro despistado por ahí que tampoco lo haya visto. Ta re bueno.

Sunday, November 05, 2006

Encuentro para un abrazo fuerte y largo

hacía una mini fila en la caja del super.
pasaban de las 10 pm cuando fui expresamente a pagar el recibo del teléfono, a unas horas de vencerse.
y de pronto lo ví a mi lado, pagando un six. era él. el cabello largo y despeinado. me gusta más así. confieso una total debilidad por los rizos revueltos.
tras la sorpresa inicial y los reclamos consecutivos por mi absoluta desaparición hace casi un año, nos abrazamos con gusto. ahora resulta que somos vecinos, y yo que lo hacía de vuelta en los united. va y viene, por lo que cuenta.
le ofrecí un aventón y me invitó a conocer su departamento.
charlamos en la cocina --que es donde está permitido fumar--, de todo y de nada, de qué ha pasado en nuestras vidas, de cómo yo cada vez creo menos en las relaciones y de cómo algunas chavas deciden hacer a un lado sus carreras para casarse y tener hijos, de la incompatibilidad de uno y otro camino, de lo que uno tiene que sacrificar por ser quien es y por hacer lo que hay que hacer para alcanzar los sueños, y de cómo duele. y de pronto se desmoronó. el llanto lo invadió.

siempre me ha conmovido sobremanera ver a un hombre llorar, sobre todo cuando son hombres recios y bien plantados, como diría mi abuelo. en esos casos paso de la estupefacción al histrionismo de una fortaleza lejanísima a mi. así que conteniendo el llanto propio no supe qué decir, no supe hacer más nada que abrazarlo, fuerte y largo.

ahora que lo pienso no puedo evitar la cutre duda de si ese abrazo con su fuerza, su duración y su consuelo, era para él o para mi.

Friday, November 03, 2006

Vínculos epidérmicos

Y pa que no se diga que exageraba con aquello del cambio de opinión vertiginoso e inesperado, les cuento: hoy es uno de los otros días, de esos en los que echo de menos tener algo más que vínculos epidérimicos con uno que otro hombre.
Y vamos, no es que los vínculos epidérmicos estén mal. Para nada.
Es sólo que me sorprende cuando otros "vínculos" —por demás platónicos— me vuelan la cabeza.
Y por un instante pienso que quisiera que dejaran de ser platónicos.
Y al segundo inmediato, que no, que así están lindos. Que así como están me emocionan y me dibujan sonrisas.
Que si se desplatonizaran empezarían a dibujarme también muecas de dolor y de enojo.
Chale, pero cómo son ricos los vínculos epidérmicos así en las rocas.
Bu, pa qué me hago, si hoy de lo que tengo ganas es de un apapacho real...
De un abrazo fuerte y largo.

Tuesday, October 24, 2006

Psss, si no ¿qué chiste, no?

Hoy charlaba con la Editora Asociada sobre qué haríamos con nuestra noche. Una opción era el cine, la nuevita de Almodóvar. Otra, en mi caso era la cena con amigos de antaño, residentes en lejanos países que pasaban por aquí esta semana.
El Editor Adjunto (muy casado y muy padre él), aparentando autistear como siempre, bien que nos oyó y luego se lamentó, bajito pero en gran drama:
—Yo quiero ir al cineeeee... (suspiro) nunca volveré a ir al cine (otro suspiro, más sentido).

La Editora Asociada y yo nos sonreímos cómplices en franca consideración de si es momento de dejar de lado la lucha en contra de nuestra (codiciadísima, oh si) soltería. Tras sonora carcajada (con atisbos de conmiseración para el dulce Editor Adjunto, cómo no), hoy coincidimos en que estamos pocamadre solas.

Más tarde le contaba al Editor de los Ojos Bonitos (también muy casado y doblemente padre) algunos detalles de una fiesta de Big Catches que tendremos el sábado. La verdad es que suena mu bien y hasta da emoción y todo... pero el remate es cuando uno ve la cara de aspiración frustrada de los no requeridos a ella. El ojiclaro editor, como no queriendo, no se pudo contener:
—Anda Bombón, invítame.
—¡Claro que no! Tú no estás disponible.

Jaaaaaaaah. Debo confesar un cierto placer leroleroso y cutre en darme cuenta de que la mayoría de los emparejados (con papelito o sin él) que me rodean no la pasan tan bien como una que anda por la vida así, solita y su alma.

Si si, hay otros días que me azoto llorando por los rincones el no poder compartir con un feofuerteyformal hombre mi vida —toda informal ella. Pero hoy no es uno de esos. Hoy me alegro.
Si en realidad la paso re bien así. De veras.

En fin, así pasa: mi enemigo de hoy no es el de ayer y soy voluble y cambio de opinión toíto el tiempo y un día me caso y otro me divorcio y un día busco pareja y otro le corro sin mirar atrás... ¿y qué?

Friday, October 20, 2006

Conmovida y asustada

Un gran amigo al que adoro, El Guionista Cometodo, ha hecho algo que me movió todita:

Hola María, aquí Yo.
¿Te acuerdas de un mail que te escribí desde Toronto en el que te contaba de una historia que había escrito que se parecía mucho a lo que estabas viviendo en ese momento? ¿Un mail que luego tú encontraste y me enviaste?
Pues aquí está el largometraje que escribí a partir de ese cuento y también está protagonizado por ti: DÍAS DE PLAYA.
Espero que te divierta (y gracias por ser una musa tan confiable y garantizada)!!!!!
Un abrazotototote de tu cuate para siempre,
Yo

Lo que yo pueda decir para describir la forma en la que esto me ha conmovido, no será suficiente. Lo sé.

Guionista Cometodo querido,
Claro que me acuerdo, del mail y de todo lo que desató éste aún un par de años después de que me lo habías enviado.
Es raro esto de que escribas un largometraje conmigo como personaje protagonista... Por un lado me halaga mucho y me dibuja una sonrisota en la cara pensar en ti imaginándome con pistolas poniendo en su lugar a todo pasado de lanza que se me atraviese. Por otro, me da miedo empezar a leerlo, es como mmm, un azote más de mi inseguridad traidora, jaaaaaaaah: es como si temiera ver que todo eso que imaginas que soy, todas las cualidades que imaginas dignas de la protagonista de tu historia, en verdad no están en mi. Me da miedo darme cuenta de que soy apenas un remedo de esa que tal vez hayas ideado en estándares mucho más altos de los que yo pueda alcanzar nunca.
En fin. El fin de semana me daré el valor para leerlo, con mucho gusto. Pero sobre todo, con mucha gratitud.
Te quiero mucho mucho. Muchísimo. Gracias siempre.
María

Lloro.

Monday, October 16, 2006

Atando cabos

Yo ya no iba a escribir nada hoy.
Porque ya es tarde. Y porque no debo desvelarme los domingos.
Porque vivo con el condenado karma de no poder levantarme nunca a tiempo los lunes. Y de cargar arrastrando cual pesado lastre el desvelo dominguero durante toda la semana.
Pero no me pude resistir.
La vida sigue y por más que invoque "¡serenidad a mi!" (con voz de trueno, choque de anillos y toda la cosa), surgen de pronto señales inequívocas de que pese a una aparente ecuanimidad y esfuerzos varios por mantener el equilibrio, hay cosas dentro de mi que se mueven más allá de mi control y mi voluntad.
Atando cabos les cuento:
- hace casi dos años que evitaba el vino tinto por razones migrañosas. Recientemente me había atrevido a tomar apenas una copa, pero siempre temiendo el ataque del demonio cortacabezas.
- hace muchos meses (desde aquella grandísima y vergonzosísima borrachera que me puse en la boda a la que acompañé a mi BuddySoCute! en marzo)que no dejaba elevarse mis niveles etílicos más allá de lo que apenas fuera mínimamente perceptible.
- hace quizá años que no me permitía cantar en una fiesta de amigos, nomás por el gusto.
Pues bien, el viernes pasado, en la despedida de la Diseñadora Argentina (que nos deja pero nomás poquito) me relajé, tome tinto (mucho, muchísimo), me puse una de esas jarras ricas ricas y canté para mis amigos. Y no me dio migraña. Vamos, ni siquiera me dio cruda.
Extrañada estaba a la mañana siguiente de no sentir los estragos de tanto exceso (antes de que nadie me diga ñoña, tome en cuenta los parámetros anteriores), cuando en la radio escuché a un locutorcete de octava que a falta de algo inteligente que decir cantinfleaba a propósito de la fecha: "En esta bonita y despejada mañana de sábadoooo... ¿qué día es hoy, chaparrita? ah, si, sábadocatorcedeoctubreeeeee..."

Y entonces --de sopetón-- lo entendí todo.
El viernes había sido trece de octubre.
Y es que justo el trece de octubre de hace 5 años tuve a bien contestar que si a un montón de preguntas que me hicieron un padre y un juez a propósito de promesas y futureadas de lo más inocentes. Jaaaaaaaaah.

Ande, chiquitita. ¿no que muy machina? ¿no que todo superado? ¿no que nooooooo?
Diablos. Juro que no me había dado cuenta. Vamos, hace mucho que no pienso en eso. Yo creía que era historia pasadísima.

Mi deducción es que nuestro subconsciente (o al menos el mío, pa no generalizar) está mucho más al tiro de lo que pensamos, y nos sabotea --bajita la mano-- lo que de verdad somos o queremos hacer, o lo que nos merecemos, o nos hace creer que no nos lo merecemos, o nos castiga, o un buen día (exactamente cuando se cumplen 5 años, por ejemplo) nos perdona y nos libera... así de plano.
Y me surgen varias dudas:
¿de dónde chingaos habré sacado yo que a los 5 años se cumplía mi condena-penitencia por el error de haberme casado?
¿de dónde que hasta entonces podría dejar de castigarme y de sabotear mis ganas de pasarla bien sin consecuencias chafas?
¿por qué diablos mi subconsciente se pone punk si mi consciente aunque reconoce el error ni se arrepiente, ni lo ha vivido como una gran tragedia?
¿me quieren volver loca?
¿ya lo lograron?

¿O más bien una cosa no tiene nada que ver con la otra y nomás estoy viendo moros con tranchetes...?
También puede ser. Que ni qué.

Sunday, September 24, 2006

De cuando yo fui hippie comeflores

Hoy me acordé de un trovador cubano al que solía ir a escuchar al Péndulo de la Condesa cuando era una hippie comeflores. Tenía 19 añitos y un novio --El Tigre-- soñador, un piscis idealista y sensible de largos rizos.
Recién terminaba la preparatoria, estudiaba actuación y producción de la voz en el honorable CADAC por las tardes y por las mañanas tranquilizaba la buena conciencia de mis padres asistiendo a la UNAM en pos de un título universitario que me garantizara un futuro más prometedor que mi incipiente carrera artística.
Aquel trovador cubano llamado Frank Delgado estuvo un período corto en esta ciudad… A saber qué habrá pasado con él… por qué no se habrá quedado… igual no le gustó la idea de venderse así nomás ante el sueño capitalista, o tal vez no le gustó tener un bonchecito de fans post adolescentes rebeldes sin causa ni conocimiento de ella. El caso es que un buen día no se presentó más en la célebre cafebrería condesera. Ante mi desconcierto y tristeza El Tigre hizo lo que pudo por conseguir y comprarme un casete del cubano (de edición casera y limitadísima, of course) que escuchamos una y otra vez en el estéreo de su cavalier gris último modelo. Claro, era cómodo ser idealistas hippies comeflores desde su casa en la Herradura y la mía en Olivar de los Padres. (Sé lo que están pensando… sí, ese era amor del bueno, miren que recorrer esa distancia a diario para verme… (suspiro)). Cómodo y romántico, cómo no.

Era lindo escuchar esas canciones con el casi nulo conocimiento de lo difícil que puede ser la vida y de lo duro de la lucha, sin haber vivido con un poco más de conciencia lo crueles que podemos ser todos ante las desigualdades y lo indiferentes que nos podemos volver cuando la lucha se torna individual, cuando ya sólo importa la supervivencia. Auch.

En fin. Un día dejé por la paz el asunto del teatro y el canto para dedicarme de lleno a mi carrera universitaria en otra universidad donde conocí al Novio Prohibido. Claro está que yo, que había tenido que morderme la lengua al terminar cayendo en la Ibero después de haber renegado de esa “pinche escuela fresa” hasta el cansancio, me ocupaba mucho y bien de no mimetizarme en ese ambiente. Así que mantenía mi look y mi speech… también mantenía mi música de contenido y convicciones. Así que un día de esos de compartir “rarezas” con el Novio Prohibido nos llevamos mi casete de Frank Delgado a su destartalada combi azul. Le gustó… me pidió que se lo prestara unos días y ese fue el fin. Lo perdió el babotas.
Volví más de una vez al Péndulo a buscar la música del buen señor Delgado pero no hubo modo. Vamos, hasta le pregunté por su casete a El Tigre un día de reencuentro y tras decir que quizá estaría arrumbado en alguna caja por ahí, no volvió a aparecer más.
Hoy, más de diez años después, lo encontré en la red… y me trajo muchos recuerdos. Tantos y tan ricos. Pero sobre todo removió en mí una sensibilidad que creía dormida a base de los prozac concentrados que le he venido dando a mi alma para la desilusión y el desasosiego. Comparto, cómo no.

Con la adarga al brazo


Apareciste en la mitología de mi amor
De la mano de mi madre,
Con un acento raro y una boina tornasol…
Un día me contó que ya no estabas y se le quebró la voz.

Aprendí tu diario y tus mañas de orador
Como la biblia moderna.
Y con Ché Comandante y la suite de las Américas
Ya completé el rosario y el Avé María de mi religión.

Guevara, tú vuelves al camino con la adarga al brazo,
Pintado en los pulóveres de los muchachos
O vigilante desde la pared.
Por eso, te llevo en mi cartera como un buen resguardo
O como la casera estampita de un santo
Para que me proteja y me jale las orejas si algún día malo
Me olvido del Ché.

Tus hijos comieron del mismo pan que comí yo,
Fuimos al mismo colegio,
Viviste con el pueblo en su misma condición,
Por eso estás al lado de Camilo y a la izquierda de Changó.

Y a los que te utilizan como tema del sermón
Y hacen todo lo contrario,
No les permitiremos más discursos en tu honor
Ni que usen tu retrato
Si van a predicar lo que no son.

Guevara tú vuelves al camino con la adarga al brazo,
Pintado en los pulóveres de los muchachos,
O vigilante desde la pared.
Por eso, te llevo en mi cartera como un buen resguardo
O como la casera estampita de un santo,
Para que me proteja y me jale las orejas si algún día malo
Me olvido del Ché.

Saturday, September 16, 2006

De vuelta

*Advertencia: no habra acentos en este post. Ni enies, o sea enes con tilde de ondita encima. Toy en compu ajena y nomas no los encuentro. Sorry.

Hace un par de semanas me pase una tarde de capricho con el Ex Cuniado Consentido. Con el gusto de saber de sus buenas nuevas, de sus proyectos en camino y de verlo hacer su arte mientras yo, sentadita en el sillon mas cercano, le contaba —a peticion suya y sin animo de distraerlo— como va mi vida, mi animo mermadito a ultimas fechas y mis cavilaciones al respecto, al tiempo que bebia un rico tecito de refil casero.

Llegado el momento me interrumpio para preguntar: A ver, Bombon, supongamos que hoy soy el Genio mas chingon de todos. Te doy tres deseos. Lo que pidas, concedido. Go ahead.

No lo pense mucho. Los primeros dos se me fueron en remediar mis debilidades mas evidentes. Decidir el tercero me llevo unos minutos mas. Pero creo que es el que en verdad me haria mas feliz.

Quiero tomarme la vida menos en serio. Quiero que no me cueste tanto decidir lo que sea... como si se me fuera la vida en saber que las cosas derivaran en algo mejor o (cuanto?) mas satisfactorio en funcion de si elijo un camino o el otro. Quiero la llave para dejar de paralizarme y asumir con sana ligereza la consecuencia y devenir de mis elecciones, para disfrutar mi vidita con mas espontaneidad, con todo y claroscuros.

Me lo concedio. Faltaba mas, si soy un bombon y me lo merezco. Jaaaaaaah.

Lo cierto es que despues de andar por ahi durante semanas, cabizbajamente envidiando a los homeless de la ciudad (imaginando que alguno de ellos que quiza solia tener una vida semejante a la mia, un huevudo dia decidio que no queria seguir en la brega y avento la toalla para limitarse a vivir sin tener que ser "alguien" y abandonandose al placer de ser "nadie" mas que El para El), empiezo a relajarme y a fluir. Again.

La vida va y pasan cosas. No siempre chidas. No siempre claras. No siempre ciertas. Pero ciertamente, tampoco (y casi nunca, de hecho) siempre fatales. Ni irremediables. Y lo noto. Y me congratulo de ser el Bombon merecedor de que el Genio mas chingon me este concediendo mi deseo mas importante.

Hoy estoy en Valle de Bravo, con el Honorable Sapo Vengador, Mister Techie (el duenio de sus quincenas) y nuestro cubano amigo, el Inge Volador. Y estoy tranquila, con mis pitillos y una copita de tinto a la mano, volviendo a la vida y cierta de mi capacidad de disfrutarla a pesar de las incertidumbres que me rodean. Que no son pocas. Salu (con acento en la u) pues, por el Genio cumplidor.

Sunday, August 20, 2006

Cavilaciones a partir de aquella cita pendiente... que aún no termina

¿Qué hacer cuando no puedes hacer estallar al mundo, pero a cada momento el mundo estalla en tu cabeza?

Uno ya no se pregunta más sobre las dimensiones del dolor... lo vive y sabe que duele tanto esperar como desesperar...
Ser nadie es, sin embargo, soportable... y ser alguien nunca es suficiente.

Thursday, July 20, 2006

Update sorpresivo

Hablé con mi Ex Tía Consentida. Me tomó de sorpresa su voz que no esperaba, pero tras unos segundos de desconcierto la conversación fluyó como si no hubieran pasado más de tres años del último día en que la vi: el día en que pasé a su casa a despedirme y ella corrió a esconderse al baño porque no quería decirme adiós. Un minuto después la vi desde mi coche, entre las cortinas, lloraba asomada a la ventana mientras yo me alejaba para no volver. Ella, lo sé, estaba enojada porque yo no quise seguir luchando para seguir cerca.
Y hoy que hablé con ella fue como si no hubiera pasado nada... tiempo si, claro (la mayor parte de la plática fue un update) pero nos hablamos como si nos hubiéramos visto ayer, con el mismo cariño y la misma complicidad.
Me emociona mucho (muchísimo) la idea de verla. Hemos quedado para el próximo lunes.
Paso por ella, y lo que me pida, faltaba más.

Ah! Y la encontré... esa canción que habla totalmente de mi aquí y ahora, con todo y autoregaño sarcástico por hacerme pato. Se llama A donde sea, es de la Venegas y dice así:

Tengo una cita pendiente con mi soledad, para ver quién soy cuando nadie está mirando.
Tengo una cita pendiente con la mujer que soy, no la que fui hace tanto ni la que ven los demás.
Tengo una cita con tu recuerdo para ver qué queda aún de ti.

Pero no... mejor me voy a donde sea que haya una sonrisa que me crea y una mano acariciándome las penas.
Pero no... mejor me voy a donde sea; prefiero una mentira disfrazada y ese ruido que me separa de la realidad.

Tengo una cita esperando con las palabras: las que nos dijimos un día y todavía sigo pensando.
A veces se me aparecen en algún rincón, me cuentan lo que fuimos pero no dicen cómo fue que terminó.
Tengo una cita con tu recuerdo para ver qué queda aún de tí.

Pero no... mejor me voy a donde sea que haya una sonrisa que me crea y una mano acariciándome las penas.
Pero no... mejor me voy a donde sea; prefiero una mentira disfrazada y ese ruido que me separa de la realidad.

¿Qué hay de nuevo?


Yo había conocido gente desconectada... pero esto mata todo:
Remember El Vocalista?
Pues nada... apareció.
O algo así: desde Bélgica envió mail en respuesta a uno que yo le mandé ¡hace casi tres meses! Claro, pa lo que necesitaba entonces ya no me sirve.
Aunque, aquí entre nos, no me caen del todo mal sus letras desacomodadas, sus preguntas, los abrazos que manda, ni su amenaza de seguir en contacto (epistolar por lo pronto) y de vernos a su vuelta pa "darme más nuevas sobre la gira".
Oookei.
Ya se verá.

Monday, July 17, 2006

Depresión post electoral

Me había prometido no usar este espacio mío para hablar de política ahora que todo el mundo no habla de otra cosa…
Pero hoy ando torcida… estoy enojada…y por lo tanto bailo un jarabe tapatío encima de mi promesa y suelto todo lo que me trae revueltita con el sólo fin de no andarlo cargando indigesto en mi ser, que ya de por sí bastante cargadito está nomás de pensar en otros pollitos que habrá de comerse pronto.

Pa empezar me molesta la polarización a partir del desgarriate electoral. Me molesta que la gente, lejos de unirse, se separe cada vez más. Me revuelve que una postura política necesariamente implique la descalificación de los que tienen otra, ¿por qué somos incapaces de respetar, coño? ¿Por qué somos tan absurdamente adictos a tener la razón? ¿Por qué no puede caber tú pensar y el mío, tu razón y la mía en la misma mesa?

Me molesta la manipulación de toda información. Y me repatean tanto los que van de víctimas en medio de un teatro que por sabido es grotesco, como los cínicos que con sonrisa de muppet dan por legítima una “victoria” con un minoritario y relativo (por no decir dudoso) 35% de votos. Ah, chingá, ¿y el 65% que no quería a uno o al otro? ¿de plano no va a contar?

Me molesta que la desesperación de uno divida a los suyos… que siembre duda entre quienes parecían tener algo claro, que los haga reconsiderar si sí hay que tenerle miedo.
Me molesta no poder confiar en ese uno.
Ni en ningún otro.
Me molesta escuchar o leer las noticias con la desconfianza y la suspicacia de quien se sabe blanco de manipulación y engaño constantes.
Me molesta la falta de objetividad en los medios. Estén del lado que estén.
Me molesta hablar con panistas agresivos y poco informados… (ps ya pa qué, si “ya ganaron”). Me pone verde que insulten y descalifiquen con suficiencia ofensiva.
Me molesta hablar con perredistas viscerales y envictimados.
Me asusta que este partido desacredite y desvirtúe la idea de izquierda de las generaciones en las que en un futuro recaerá la responsabilidad de los votos que apoyen una lucha real por la igualdad.

Me enferma la pinche sensación de impotencia que me invade ante la falta de claridad y ante la ausencia de puentes de comunicación entre las personas que compartimos este país. Me da migraña emocional la certeza de lo lejanos que seguimos de la unidad y de la conciencia del bien común.

Me perturba el clima de confrontación y la falta de entendimiento. Y ya no estoy tolerando la intolerancia que veo a mi alrededor.

Ya pues. Me voy ofreciendo disculpas por este exabrupto de enojo, desencanto y depresión post electoral.
No lo vuelvo a hacer.

Thursday, July 13, 2006

Quién quita y sí

Yo tenía un novio rockero —y prohibido— que tenía una banda.
Yo y él ya no nos tenemos de novios, pero él sigue teniendo a su banda.
Hace unos meses sacó ¡por fin después de tantos años! su disco, creo que con Sony Music. Oh, yeah.

Y yo pensaba, antes, cuando había amoresn (si, así con ene) de por medio, que ojalá mi chico tuviera éxito para que se realizara, que alcanzara su sueño y le fuera reconocido su talento. Si, si, así de ñoña.
Hoy, que ya no los hay (amoresn) y que me he vuelto mala y calculadora, pienso que más le vale hacerla, tener éxito y ser famoso: así cuando yo ya sea viejita podré presumir y vender el montonal de cartas de amor condenado y cursi con su firma, que para entonces ya no será de noviete post-adolescente, sino de mundialmente (changuitos, changuitos) reconocido músico. Uuuuy, y si encuentro esa hojita donde me escribió una de dos canciones... claro que luego le cambió un poco la letra... y se la cantó a su nueva chica... Pero nomimporta porque el original lo tengo yo, y hasta lagrimeado por los dos —él y yo, claro— y todo (¿habrá estudios de adn que comprueben que los residuos de lágrimas en un papel son del personaje en cuestión, así como se hace con la sangre? si sí, ya chingamos paletota)... en alguna pinche cajita de película 16 milímetros... por algún lado en mi recámara verde de la casa de mis papás... seguro la tengo.

¿¿En cuánto se han subastado cartas y manuscritos originales de las canciones de... mmmm... Lennon, por ejemplo?? Okei, okei, me fui un poquito de boca... jaaaaaaaah, pero quién quita... y así me compensa por todo lo que me hizo sufrir tan sin querer queriendo como sólo le sale a él. Hubieran visto los lagrimones...
Y como ya me hice la ilusión de tener la oportunidad de ser aprovechada, advenediza y millonaria, le mando atento y cariñoso recado: ¡Ahora triunfas, chiquitito! ¡A mi me cumples!

Wednesday, July 12, 2006

¿Qué será esto? ¿Un Smelltrack?

Sobre la tarea de memoria olfativa que me dejó Nacho hace mucho y que yo por andar en cierres, microeditando y aprendiéndome canciones nuevas, no había hecho. Aquí está. Sólo que ya encarrerada no pude limitarme a diez… lo siento.

De la infancia temprana:
El olor de la recámara de mi Abuela (y de todas sus cosas).
El olor del bronceador Coopertone original.
El olor a alfombra nueva.
El olor del cigarro de Papá Doctor cuando lo encendía dentro del auto, con la ventanilla abierta de modo que el humo se mezclaba con el aire de una fresca mañana y el olor de la carretera.
El olor de la leche al calentarse.
El olor del jabón Nórdiko.
El olor de los talleres de mi Abuelo Alfonso.
El olor a duela con brea de los salones de la Academia de Balé de Coyoacán.
El olor de una sustancia, seguramente tóxica, que vendían afuera de Arroyo y en algunos parques, que venía en un tubo al que se adjuntaba un popote plástico y con la que se hacían globos verdes, rojos y azules. ¿alguien se acuerda cómo se llamaba? ¿verdad que olía como a petróleo? Ja… bueno, yo me imaginaba que así olía el petróleo.

De un poco después:
El olor de las tortillas de harina que hacía Mi Mejor Cómplice.
El olor del café de olla.
El olor a dulce gringo que despedía el locker de Manuel, que estaba junto a mi banca en primero de secundaria.
El olor del tabaco de la pipa de un hombre canoso, adusto e interesante.
Los olores de aceite de olivo, ajo, jitomate, pulpos, bacalao y demás suculencias que cada 22 de diciembre invaden la cocina de mi mamá, alias La Rubia Superior.
El olor de los jardines de la que fue mi universidad, cuando llueve.
El olor a libro viejo.
El olor a libro nuevo.
El olor de la hierba de las costas de Oaxaca.
El olor a algas del Mar Cantábrico.
El olor de las happy cookies del palacio de hierro.
El olor de un buen rioja.
El olor mugrosón de esta ciudad.
Y sí, el olor de él… a veces lo recuerdo… y sí, el de su café por las mañanas también.

PD. Dejo el turno a Jo, a la Negra, a Humanware, a Chai Latte, al Honorable Sapo Vengador y a Melcocha Barata. Pero si alguien más se siente animoso de participar, haga el favor de no abstenerse, comente, comente por favor cuáles son los olores que entrarían en su catálogo olfativo.

Tuesday, July 04, 2006

Citando a Sabina: 2 no es igual a 1+1

A propósito del tema del matrimonio que trajo a colación Chai Latte, me vinieron a la mente algunas reflexiones...

Un día yo me casé también, hace como 5 años. En menos de 2 se nos olvidó por qué queríamos estar juntos pa siempre.

Creo que la mejor manera de disolver una pareja es el matrimonio bajo estos preceptos (en mi experiencia tormentosos):
-Hasta que la muerte los separe (si ya no eres feliz, te aguantas; y si ya no lo admiras, si dejaste de tener cosas en común o si tú empiezas a ir pa Guadalajara mientras él insiste en ir a Monterrey... ¡ya te chingaste!)
-Todo lo que hagas tiene que estar orientado al bien y a la aprobación del otro. (O sea: tú debes anularte en función de tu pareja y sacrificar lo que haga falta para no defraudarla, incluso desdibujarte, borrarte y redibujarte -aunque te pierdas en trazos inconexos y deformes- para satisfacer sus expectativas.

Según mi parecer, la pareja enamorada vale madres y pierde todo romanticismo cuando se convierte en una obligación y desgraciadamente es aun mucha la gente que sigue entendiendo en esos términos el contrato matrimonial.

Creo que la mejor forma de mantener vivo el amor es entenderlo como un acto voluntario que debe cuestionarse y renovarse día tras día.
Hoy creo que sería muy feliz si mi chico amaneciera a mi lado porque quiere y no porque tiene que hacerlo.
Si buscara espacio y tiempo para compartir con la que esto escribe porque lo disfruta y lo elige. No por cubrir el requisito, no porque ya viva conmigo, no porque aquí haya de dos sopas y la de fideo ya se haya acabado.
Si tuviera un detalle conmigo porque le nace y no "para tenerme contenta".
Si me llamara porque escucharme le provoca algo chingón y no para reportarse.
Si me apoyara y cuidara como un acto de amor y no de obligación o paternalismo o, peor aún: responsabilidad adquirida.
Si acudiera a mi por confianza y no porque asuma que es mi obligación escucharlo o ayudarlo o resolver algo.
Si me motivara en vez de exigirme.
Si me dejara libre y se maravillara ante lo que puedo hacer en vez de querer controlarme.
Si fuera capaz de entender que somos dos individuos compartiendo un amor que se estancará si atentamos contra nuestras individualidades.
Si intentara descifrar conmigo la diferencia entre 2 y 1+1 y las ventajas de la unidad desglosada.
Si comprobara conmigo que está más rico y enriquece más, obvioooo, siempre que hay suma. Que mejor pues, 1+1.

Y bueno, ya si yo fuera capaz de ver todo esto a la hora de estarlo viviendo, y de alimentarlo y de funcionar en sentido inverso directa, recíproca, justa, sensible e inteligentemente proporcional... ¡La hostia, sería la hostia!

¿Utopías?
Hope not.

Friday, June 30, 2006

Viajo ligera

Gracias al amigo al que envidio por que él fue al Madrid y yo no…, al que se acordó de mi el día de su boda pensando en apuestas y razones válidas para casarse y al que me recordó recientemente y en momento clave lo importante y grato que es viajar ligero. Todos son el mismo. Gracias, Miguel, te quiero.

Y yo, que tantas reservas tenía de conocerle.

O de dejarme conocer por él o por quien fuera.

Y yo, con mis máscaras… caretas de aliviane y de chica cool que más que mentirosas funcionan como impenetrable escudo de mi vulnerabilidad…

Y yo, que entre risas, ironía y sarcasmo me encargo de decir a gritos sordos: “No chico, no se te ocurra pensar que soy débil o sensible. Tengo todo bajo control.”

Y yo, que a fuerza de repetirlo… pues claro, me lo creí.

Mira tú que al final me salió el tiro por la culata… que por el nervio no paré de hablar, que por ratificar mi seguridad respondí con aplomo y detalle a todas sus preguntas y ahora resulta la imparejidad de que él lo sabe todo y yo casi nada.

Y él, que un día bajó la guardia con un recriminado “te echo de menos” que alborotó la boca de mi estómago con emoción adolescente y vértigo.

Y él, que todo lo que tuvo que hacer fue preguntar, y sonreír, escuchar con atención y mirar con verdes ojos a ratos incrédulos y a ratos asombrados.

Y yo, que de pronto me descubrí pensándolo y esperando sus letras o su ventana o su música como si mi escudo estuviera de vacaciones.

Y si, confieso que tuve un lapsus de ilusión. Incluso que, envalentonada por una ráfaga de optimismo pensé que era tiempo de darle un añito sabático al mentado escudo y dejarme llevar… aun con el riesgo de que el destino fuera, una vez más, un paraje lluvioso.

No fue. Ni paraje lluvioso ni esplendorosa playa. Simplemente no fue.

Algo pasó, se frenó la inercia del enamoriscamiento y se me cayó la ilusión al tiempo que a él se le cayó el interés.

Me queda sin embargo, que me ha gustado conocerlo y que, en honor a la justicia, debo agradecerle la confrontación no sólo con la Mi Misma urgente de desescudarse, sino con lo que parece ser LA nota: la susodicha está dispuesta a hacerlo, quiere enamorarse de nuevo.

Yes, I do.

Con todo y la serenidad que me han dado tales certezas, debo admitir que en esta tarde de lluvia y calma me vino a la mente él, su expectante sonrisa de mueca, sus ronchas y “sus días”… y se me dibujó una sonrisa y no pude evitar pensar en qué estaría él haciendo ahora.

Yo, hoy, más que el domingo en que le dije todo esto sentados en la cíclica mesa del principio, ando viajando ligera. Llevo mi cámara, eso sí, y voy tomando fotos mientras pienso en los cuadros que aún me faltan por colgar.

Monday, June 26, 2006

Amores imposibles...


Aaaaaaaargh:
Crush.
Crash.
Pum.
Zaz.
Ouch.

Tan tan.

Friday, June 23, 2006

Rompecabezas estrofario


Antes había canciones completas con las que me identificaba.
Hoy creo que no hay una de esas pa mí.
Hay estrofas, si. Pero ninguna canción completa.
En algún momento se tuerce la partitura, la letra, la historia y deja por completo de tener que ver conmigo, con mis sentimientos o con mis marañas mentales.

Podría decirse que de imprevisto (como en guión de telenovela cutre de telerrisa) matan a mi personaje a media canción.
¡Qué chafa!

A propósito de mi sobrino nuevo, que nació hoy, que es hermano de Bacalao Apestoso, tocayo de Mister Gonx, del Señor Politofílico, del Ex-Cuñado Adolescente, y del que me declaro fan fatal a partir de ahora:
El cariño que te tengo
yo no lo puedo negar
se me sale la babita
yo no lo puedo evitar.

(Chan chan-C.S.)

A propósito del reencuentro con un amigo, al que hubiera querido querer más (o diferente, como él quería) hace años pero al que nomás fui yo a lastimar sin querer queriendo... A propósito también de que me confrontó ante mi lidia cotidiana con mi elegida soledad:
Mañana olvidaré la pena
de haberte involucrado tanto
en esta vida llena de problemas...
Sombreros y disfraces
y fotos que invaden
la soledad que yo pedí...

(Mañana olvidaré-N.L.)

A propósito de lo ridícula que me siento cuando pienso que "qué miedo volverme a enamorar" mientras 'pa mis adentros' admito las ganas que tengo de hacerlo una y mil veces más:
How many of you people out there
were hurt in some kind of love affaire
and how many times have you sweared that you'll never love again?

(Brand New Day-S.)

A propósito de mi determinación a no traicionarme pensando en el futuro... a tomar lo que hay hoy y apostarle con todas las tripas a una de las cosas que me hace feliz (sin más expectativa que una satisfacción personal):
El último habitante del planeta
contó el dinero y se tomó su tiempo
pensó gastarlo todo en una noche
¿para qué lo iba a guardar?

(El último habitante del planeta-M.)

El lunes pasado conocí a El Percusionista, compartimos música, intercambiamos opiniones, historias, inquietudes, gustos y curiosidades... toca re re re bien (él con su banda, claro). Hasta el Editor de los Ojos Bonitos lo admitió (lo cual es mucho decir).
La próxima vez que nos veamos será en un cuarto de ensayo.
Me encanta la idea.

Sunday, June 18, 2006

Take my advice...

Hoy vi Desayuno en Plutón.
Me lo habían advertido. Y aún así me sorprendió como hacía mucho que no me sorprendía una película. ¡Qué bonita es! ¡Toda ella!


El lector perdonará lo absolutamente chafa de mi referencia, pero la banda sonora me remitió a días de infancia en los que la televisión por cable no llegaba al sureño cerro del hogar familiar y había uno de conformarse con ver la programación de la tele abierta. Veía con frecuencia pelis mexicanas de los sesenta y setenta, protagonizadas por Angélica María, Rocío Dúrcal, Enrique Guzmán, Alberto Vázquez, César Costa, alguno de los Ciangerotti y toda esa 'banda' en combinaciones infinitas. Debo confesar que mis preferidos eran el papá de la Guzmán y la recientemente fallecida española. Las historias eran tan malas e inconsistentes como ingenuas. Pero esa parte naive siempre me gustó… todo hay que decirlo. Sería tal vez que era lindo creerse que la vida podía ser así, tan absoluta, tan negligentemente simple. El espíritu optimista de la mayoría de las melodías que metían con calzador en cualquier hueco de la trama (casi siempre paupérrima y predecibilísima) me contagiaba de buena onda. Claro, yo no pasaba de los 10 u 11 años.

Me cuelgo de esta dispar evocación para decir que el soundtrack de Breakfast on Pluto me hizo sentir un poco de eso mismo hoy. Pero mejor. Infinitamente. Claro que éste no es un filme musical, sin embargo, el papel de la música en él es fundamental. Tampoco es naive, y sin embargo hay un increíble toque de inocencia y de simpleza siempre presente en el personaje principal que, por lo demás, es condenadamente complejo y cuya vida no podría estar más lejos de los convencionalismos, ni más crudamente marcada (como las reses) por los mismos.
La dirección es Buenísima, así con mayúscula. Desde el casting, hasta el arte, pasando por la fotografía, la dirección escénica, la construcción de personajes y su evolución a lo largo de la historia… El justo engranaje de ficción y realidad... La reflexión exenta de juicios moralinos, palpable sólo en el sentir que la historia y sus personajes con sus conflictos despiertan en el espectador…Wow.
Ya revolcándose en la vanidad: 3 toques de surrealismo perfectamente colocados y un mensaje en susurro casi inaudible: Take my advice, if you love someone, don’t think twice.

Tan simple y tan compleja, tan terriblemente dura y tan sencilla, tan cruda y tan bonita.
Tan como una quisiera poder tomarse la vida.

Monday, June 12, 2006

María es chica mala

Rita es dulce toda la noche...
Susi es feliz cuando baila frente al espejo...
Carmen seduce porque no es buena...

María sonríe al olvido.
Y escapa en su coche.

(Cerati, once and again)

Monday, June 05, 2006

Ligoneo

Deformación de ligue o ligar, establecer contacto, lazo, liga entre dos personas de distinto o igual sexo, con la intención de que algo más se derive de tal nexo poco tiempo antes inexistente. Una relación con ciertos y variados parámetros de solidez. Entrar en la explicación de los devenires y paraderos del ligue es intentar incursionar en terreno tan peligroso como inexpugnable, porque cada cabeza es un mundo y cada corazoncito otro, así que multiplicados por dos ya nos dan cuatro y poner de acuerdo a tantos participantes está cabrón. Por eso ahí si no generalizo. Diré pues que cada caso es distinto.
Volvamos a:
Ligoneo
Se utiliza como deformación de un sano, bonito y romántico ligue...
El ligoneo, por el contrario, es lascivo, cochinón, patanesco y cinicazo, como sólo puede serlo un monito (generalmente feo y de menos de 25 o de más de 40) que lampareado por algún impertinente rayo de pendejez tiene los huevos tan azules de, nacamente, guiñarte un ojo y mandarte un beso ya sea por su retrovisor interno o por el lateral (ya si se pone insistente, por los dos). Y los hay tan insolentes que hasta te hacen "cejitas" después, inquiriendo una respuesta. Lo malo es que luego se ofenden cuando una no puede más que soltar una franca carcajada. Se irritan y la cosa en un segundo pasa de intento seductor (charro, chafa y barato, pero seductor al fin) a señita mentadora de madre. ¿Quién los entiende?

Monday, May 29, 2006

Mornings Eleven

Como en escena de película me gustaría dejarme llevar por la música del soundtrack... que ésta guiara mis emociones sin cabeza de por medio... ¿por qué chingaos me cuesta tanto?


Todo sería tanto más sencillo si sólo pudiera abstraerme... ir viendo a través del parabrisas de mi auto la peli: una armoniosa sucesión de imágenes: el periférico a vuelta de rueda... los coches que me rodean con sus tripulantes todos raros (una que va asustada y paranoiqueada, otro sacándose el moco, otro ligonea conmigo desde su retrovisor lateral, los nenes que van peleándose, jalándose el pelo, escupiéndose y cuando miran que los miro, me miran, se miran, me miran de nuevo, me sonríen y saludan con sus pequeñas y sucias manos), el camión de allá adelante, que tiene un escape que sube como chimenea, metálico y gris y con una tapita en el extremo superior que se levanta cada que el motor tose.
Y detenerme en ese detalle y darme cuenta de que se abre y cierra al ritmo del soundtrack:

You're in denial, you're in denial
And I know
Well what's my name, well what's my name ?
I don't know

Baby if you telephone
Maybe I can meet you in the morning
Call me if you're on your own
And maybe I can meet you in the morning

You're in denial, you're in denial
And I know
Well what's my name, well what's my name?
I don't know

Baby if you telephone
Maybe I can meet you in the morning
Call me if you're on your own
And maybe I can meet you in the morning

Mornings eleven, the feelings are severed
I can't feel anything at all
But I would die for you
Oh I would die for you

(Mornings Eleven, The Magic Numbers)

Thursday, May 25, 2006

Un poco de orden

Eso de lo que últimamente hay tan poco en mi cotidianidad.
El primer paso para volver a él fue dejarme llevar por Las Chicas Superpoderosas (lease la Editora Asociada y La Diseñadora Argentina) a una doctora que promete regularnos todito, desde los altibajos hormonales hasta la migraña y el insomnio, todo a partir de ordenar nuestra alimentación. Lo fuerte de esto es que empieza por poner horarios y rutinas. Todo un reto para mi apego a la improvisación constante.
Quiero creer que esto rebotará en otros detalles y pendientes que he postergado sólo por eso, por el desorden que a últimas fechas lleva la batuta en mi.
Tiene cierta lógica, así que esperemos a ver los resultados.
Que si, que no nos vendrá nada mal.

Tras madrugón y día intenso debería dormir como angelito… y nomás no tengo sueño. Pinche insomnio. Me dan ganas de ponerme a hacer ejercicio ahorita… pero no se vale, no está en la rutina. Oquelachinita.

Wednesday, May 17, 2006

De salas, sapos y besos enmerengados


A ver, saldando deudas informo que nuestra chic sala roja llegó al hogar el martes antepasado, gracias a las eficientísimas gestiones del Honorable Sapo Vengador que consiguió la camioneta de su Cuñado Bailador con todo y amable-señor-chofer-fornido que nos ayudó de buen talante a su desinstalación, transportación y reinstalación. Cosa bonita.
Tanto gusto nos dio que la estrenamos esa misma noche: nos sentamos en ella comodísimamente a beber thé, una cosa de soya (poco rica, pero eso sí: muy sana), a comer pizza y las obligadas zanahorias de nuestras ocasiones especiales de pequeños (y no tan pequeños) logros. Con todo, sigue pendiente la inauguración oficial.

Ayer, en el showcase de un muchachillo del sureste que está por lanzar su disco, me encontré al excepcional batráceo. Con harto gusto invité al Señor Politofílico al que conocí recién. Estábamos sentados disfrutando de la vista nocturna del Zócalo, Palacio Nacional y Catedral, embebidos en amena charla (cual se ha vuelto rica costumbre con este chico) cuando sentí su mirada intensa y aguda (la del Sapo Vengador, claro está) gritándome "¡Zorra inmunda!". Jaaaaaaah.
Venía con su marido, así que tuvimos que guardar las formas y comportarnos como dos chicas decentes, educaditas y moderadamente sensatas. Cuando nos dirigíamos a cenar, el Señor Politofílico me preguntó cómo fue que nos conocimos.
Parece mentira, cualquiera jura que tenemos toda una vida de ser amigas. La conocí hace justo 3 años. Yo estaba a punto de divorciarme cuando entré a trabajar a una pequeña empresa donde ella llevaba ya unos meses produciendo los grandes eventos culturales de la ciudad. Al principio hablábamos poco, muy poco. Ella, rarita como es (todo hay que decirlo), se limitaba a saludarme con un apodo diferente cada día, en función de cómo iba yo vestida. Al quinto día, al ver que iban tres de ellos en los que yo iba de rayas en diferentes presentaciones, decidió no complicarse más la vida y llamarme Raya o Rayita. Al sexto, me invitó a un concierto al que yo no podía ir porque esa tarde debía sacar mis cosas del casi ex hogar conyugal y migrar para aterrizar como el Concorde en llamas en casa de mis padres. Hasta ese momento, gracias a mis cualidades histriónicas, nadie en la oficina sabía de mi situación. Una confianza irracional me hizo contárselo, serenísima, como si le estuviera diciendo que tenía pendiente una ida al super. Ella me miraba fija e incrédulamente. Hacía apenas unas horas, frente a los jefes, yo había departido y proyectado tener una vida y un matrimonio estable. Sus ojos azules se irritaron y con el brillo del llanto contenido me habló como una hermana. Me ofreció su casa para que yo no tuviera que recurrir a mis padres y volver a vivir con ellos en una situación tan complicada. En realidad lo que me ofrecía era su amistad y las puertas que me abría de manera tan incondicional como irracional (no olvidar que teníamos apenas 6 días de conocernos) eran las de su alma.
Desde entonces nos queremos y nos cuidamos. Es de estas relaciones que se van fortaleciendo por segundos, a pesar de que al poco tiempo dejó de unirnos el laborar en el mismo lugar, de que luego yo me fui a vivir lejos, de que ella se convirtió en una señora de obligaciones conyugales, de que no nos vemos tanto como quisiéramos... A pesar de que 'nos conocemos de hace poco'.
Parece mentira, cualquiera jura que tenemos toda una vida de ser amigas. Yo también. Quizá (alguna vez lo hemos comentado, ella y yo) fue en una vida anterior. En ésta, la conocí hace justo 3 años.

_______________________________



Hoy fue cumpleaños del Bacalao Apestoso, cumplió 3 años y festejamos con barra libre de chatarra, pizza casera y horchata (incluida autorización expresa de su mamá, La Mujer de los Ojos Hermosos para llegarle sin clemencia ni moderación), rodeados de pura familia y juguetes de Toy Story. No podría describir con justicia cuánto bien me hace compartir sus segundos, sus besos jodones y enmerengados, sus apapachos y sus risas. Soy su fan irremediable.

Saturday, May 13, 2006

Contenta

Han sido buenos días.
De charlas claras.
De conocimiento y apertura.
Estoy contenta.

En días pasados vi a Mi Mejor Cómplice. Corrí a visitarla el Día de las Madres, a abrazarla y agradecerle la gran madre que ha sido para mi. A alegrarme con ella de que está aquí todavía y tanto mejor de lo que estaba apenas hace un par de meses. A contarle las novedades y todos los secretos que no había podido compartirle en las últimas semanas. A corroborar una vez más su total complicidad y amor. A verla con un ánimo inmejorable, con tanta fuerza y alegría de vivir. Otra vez. Al final, cansada, me recosté en su regazo, como antes, a sentir su cariño y me quedé dormida así, en paz, como cuando era niña.

La Rubia Superior está muy bien también. Ese mismo día comí con ella y con toda la familia. Charlamos, nos reímos. En la noche llegué a mi casa y encontré mi segundo mensaje en la contestadora: Soy yo, tu mamá. Ya sé que no estás. Pero te llamo para dos cosas, para estrenar tu contestadora y para decirte que te quiero.
Lloré. Yo también te quiero, mami.

Papá Doctor está re bien. Super recuperado, tanto que no ha parado de viajar esta semana. Ahora mismo está en Monterrey demostrándose que todavía tiene tanto que dar en su quehacer profesional. Yes.

El jueves fue el cocktail de festejo por el Premio Nacional de Periodismo que ganó la honorable revista que me da de comer. A él me acompañaron El Honorable Sapo Vengador y Mi Roomie Consentida. Si, si: Tercia de Reinas. Jaaaaaaaah. También cayó BuddySoCute!, que, para variar, causó varias bajas por ahí. Ja.

El viernes por la noche fui con la Editora Asociada a una entrevista de radio que imaginábamos sería breve. Se prolongó una hora. Hablamos de nuestro premio, de nuestra ciudad, de nuestra revista, de nuestra histeria femenina y nos divertimos. Por ahí hubo un par de preguntas que nos agarraron medio en curva, sobre todo a mi, pero para fortuna de todos La Editora Asociada salió al quite inteligentísimamente y bajó un par de balones de forma magistral. De ahí nos dirigimos a Polanco en la intrépida misión de atravesar la ciudad a las 12 de la noche de un viernes. Nunca hubiera imaginado la magnitud de la travesía. Pero valió la pena. Íbamos a la despedida de nuestra nunca suficietemente bien ponderada Histérica Adorable, que nos abandona en este barco para tomar un crucerito que le ofrezca mayor libertad y serenidad. Ahí conocí en persona al mismísimo Señor Politofílico, con el que (por fortuna, todo hay que decirlo) de lo que menos hablé fue de política. Fue un gustazo. He de decir en honor a la verdad que el lugar de la despedida no era mi tipo de lugar: mucha gente, muy fresa, mucho ruido y más barullo. Con todo y una vez más, a pesar del inclemente escándalo, la charla fluyó relajada e interesante. Muy a gusto que me la pasé.

Hoy me voy al cine al rato. Y luego a ver al Poeta Posmoderno que se nos casa. Cenaremos, nos dará las invitaciones y supongo que esto terminará en una especie de despedida de solteros. Me da gusto. Con todo y que tengo mis reservas —y muchas— sobre el matrimonio, creo que lo mejor que se puede hacer con él es abrazarlo únicamente con el amor por bandera. Y desde luego, este es un caso de esos.
De una forma u otra seguiré respetando profundamente y siempre toda acción y decisión que sea tomada a partir del amor. Así que me alegro profundamente por él y me dispongo a ponerme muy mona para festejar con él, con su chica y con todos los que los queremos y les deseamos felicidad en esta aventura.

PD. ¡Habemus Salam! ya está aquí. En próximo post contaré detalles y adjuntaré fotito.

Sunday, May 07, 2006

Mis respetos

Los días pasados me me trajeron de regalo encuentros gratificantes y muchas sonrisas, que aún no se borran de mi boquita.

Hace unos días, en la inauguración de la Tienda con Onda de la Diseñadora Argentina, me encontré a varios amigos. Yo pensaba pasar un rato corto, sólo a saludar a sus dueños, a felicitarlos y desearles éxito, pero no contaba con que ahí estarían el Ex Cuñado Consentido y su primo, El Niño de la Comarca Lagunera. También andaban por ahí algunos recuerditos universitarios: el Promotor de Flamenco y mi amigo El Melómano. Obviamente, el rato se alargó mucho más de lo planeado. El gusto de ver a mis queridos ex parientes prohibidos nos tuvo un rato prolongado conversando y riendo como siempre. Terminamos yéndonos a cenar para despedirnos y prometernos no dejar pasar tanto tiempo sin encontrarnos.

El sábado corrí para llegar, tarde pues me quedé dormida, al desayuno acordado días antes con la Doctora Ilustre, con La Mujer Sonrisa (que llevó a La Chulada más pequeña de su familia, un encanto de 27 meses con piecitos envueltos en flores) y Daria Zen, tres de mis grandes tesoros de la infancia. Lo malo: faltaron la Chica Totalmente Palacio y Mami Gourmet.

A lo largo de estos años hemos compartido tanto… hemos crecido, sufrido, reído, actuado, cantado, llorado, bailado, bebido, festejado, viajado, hecho proselitismo, debatido, ganado y perdido… nos hemos visto ir y venir, cambiar de opinión (y de novios), nos hemos despedido (de solteras, de casadas y de lo que haya hecho falta) y nos hemos saludado siempre de vuelta y cada vez con más cariño y respeto. ¿Cómo podría ser distinto si hemos sido testigos y compañeras incondicionales a lo largo de toda una vida? ¿cómo si al paso de ella hemos presenciado las luchas y victorias que a cada una en su mundo nos han convertido en unos mujerones? Es verdad y lo digo sin arrogancia, pero cien por ciento convencida de ello. Es éste un sentimiento que refrendo cada que nos reunimos (desgraciadamente bastante menos a menudo de lo que quisiéramos) y que invariablemente me deja muy buen sabor de boca. Entre los gratos recuerdos de toda una historia juntas y la gran satisfacción de ver dos cosas: la primera, que hemos sido capaces de conservar ese lazo especial que nos ha unido siempre, y la segunda: qué enteras están, qué fuertes son, cuán íntegras se conservan y cómo se las arreglan para sacar ímpetu y optimismo de donde sea para sobrellevar esta vida que últimamente nos ha demostrado ser mucho más compleja y cabrona de lo que nos enseñaron en nuestra escuela fresa o de lo que imaginábamos de niñas. El hecho es éste: las admiro profundamente.

Admiro la fácil sonrisa de La Mujer Sonrisa (valga la redundancia), su incondicional buen rollo, su inteligencia práctica, su total franqueza, su afable sabiduría, su simpatía; admiro la ecuanimidad de La Chica Totalmente Palacio, su sensatez, su claridad, su pensamiento previsor, su congruencia, su solidaridad a prueba de fuego, su espíritu conciliador (y me urge sobarle la pancita que está estrenando); admiro la entrega de la que es capaz Mami Gourmet, su capacidad empática, compasiva, su paciencia, su serenidad, su fuerza para levantarse una y otra vez y sonreír y agradecer, su constante aprendizaje en el manejo de la fuerza de su mente, su disposición; admiro el nivel de compromiso de Daria Zen, su capacidad crítica, su sensibilidad, su búsqueda espiritual, su lucha constante por ser siempre mejor persona, por encontrarse y redibujarse una y mil veces si es necesario; admiro el tezón de la Doctora Ilustre, su fuerza estoica, su inteligencia sobresaliente, sus disertaciones llenas de lógica cada vez más humana, su independencia, su solidaridad total, su disposición para mantenerse cerca a pesar de tiempo y distancia, su constancia.

De todas admiro nuestra capacidad de Ser Amigas-Hermanas en el más amplio sentido de las palabras, y lo que es mejor, por elección. Una elección que no ha hecho sino refrendarse al paso del tiempo.

¡Qué bonito, qué bonito! Quiero siempre más de eso.

Thursday, May 04, 2006

Poniéndome a mano

Ok, ok. Mucho tiempo.
La razón: ha habido poco para esto.
Y sigue sin haber.
Hoy lo robo.
Ya veré cómo lo pago.
O cómo sorteo y hago malabares para que no haya consecuencias.

Pues le mandé un mail a El Vocalista. Desde luego, el pretexto era insulso (que me dijera los nombres de los demás integrantes del grupo para ponerlos en el pie de foto). Anyway: ha pasado casi una semana y no hay respuesta. Es decir: así, de huevos, no me contestó.
La Editora Asociada dice que seguro no lo ha visto. Yo digo que nomás pasa de mí. Así que el resultado fue cualquiera de los dos siguientes: o mamona, o no lo suficientemente interesante. En fin. Total que ni quería.

La verdad que ni mucho tiempo de pensar en eso, eh. Entre peras y manzanas, las pocas horas de los días de hoy en día (que ya no son como los de antes) no dan pa tanto. El sábado hubo fotos en la mañana, luego fui a hacerme un cortecito de pelo muy chic (en el mood happy punk), por la tarde a ver Match Point (que está buena buena) y a la noche un reencuentro con el honorable Amigo de la Primaria con Apodo de Avechucho. Fue harto grato. Fue en el tornabautizo del hijo del Heredero del Emporio Jurídico SS&M, al que yo me escabullí hábilmente. El reencuentro fue además con la familia del mencionado heredero, siempre tan amable conmigo. Tanto que, tras casi 10 años sin vernos, coinciden en que éstos me han sentado de maravilla, jaaaah, con todo y divorcio y tumbos tropicales. Es verdad, me quieren mucho.

El domingo también hubo fotitos mañaneras, pero terminando me robé algunas horas para visitar a Papá Doctor y a La Rubia Superior. Tras un rico almuerzo nos fuimos él, Bigbro y yo a buscar algunos enseres hogareños. Regresé con una contestadora para mi nuevo hogar, ¡mismo al que ya nadie me quiere llamar porque dicen que nunca estoy! A ver si así por lo menos la Rubia Superior me recibe con un mensajito cuando llegue. A la tarde me encontré con la Doctora Ilustre y Daria Zen. A charlar y beber (thé) como siempre. Acordamos ir juntas a una de las marchas del 1º de Mayo en apoyo a los inmigrantes latinos que padecen injusticia y media en su decisión de perseguir el cutre american dream, que por más cutre que sea, se les presenta mucho mejor que su mexican reality. Así, al día siguiente caminamos juntas y solidarias desde el Angel de la Independencia hasta el Zócalo. Pasé el resto de la tarde con la Doctora Ilustre. Es increíble, cómo a pesar de los años y de la distancia podemos seguir pasando hooooooras hablando, fumando, compartiendo. Siempre compartiendo.

Me tengo que ir, pero sigo al rato.

Sunday, April 23, 2006

¿Interesante o mamona?

Estos días me ha resultado particularmente difícil concentrarme en escribir cualquier cosa relacionada con el trabajo. Fatal.
Sí, ando especialmente distraída. Y dispersa como nunca. Lo cual es mucho decir. Mucho.

Así que para inspirarme un poco y en cumplimiento a una promesa especial fui a la sesión fotográfica de la banda a la que se refiere una de mis notas. Ahí, después de las fotos, me senté a charlar un poco con El Vocalista, que preocupado me contó de algunos malos entendidos que había habido entre sus managers (la de la banda y el de la disquera, que pa' variar no se ponen de acuerdo). Total, que me pidió (muy amablemente, eso sí, y algo apenado) que en adelante, le informara a la manager de la banda sobre cualquier cosa que quisiéramos hacer con ellos. Yo, entre machina, ligadora y sin pensarlo mucho, le solté con una sonrisa ladeada: "Está bien, entonces, ya no te hablaré más si no quieres". Entonces él levantó la mirada de su agenda, y la clavó fijo en mis ojos y desafiante me dijo, casi ordenó: "No, sí hablame. Yo sí quiero que me llames pero para otras cosas. Es sólo lo de la banda lo que te pido que trates con ella." Con el mismo aplomo volvió la atención a su agenda y me dio el número de la mujer en cuestión. Yo me limité a sonreír discretamente mientras decía "Okei". Acto seguido nos invitó (a mí y a la Niña Fotógrafa) a verlos tocar... nos quedamos un rato. El suficiente para ver por ahí a una chica que lo rondaba y que parecía algo más que una grupie. No vi nada claro; con tal de no parecer obvia no miré nunca directamente hacia donde estaban... así que queda eso en incertidumbre. Y por largo rato porque al despedirnos me dijo con esa mirada fija fijísima cuya capacidad de perturbarme ya tiene re clara: "Gracias por todo, nosotros nos vamos de gira en junio, dos meses, entonces hasta agosto nos veremos. Si no me llamas porque te ofendiste, te llamo yo," y sonrió como yo: de ladito. Le sostuve la mirada, le devolví la sonrisa y repetí un despreocupado "okei" que pretendía ser interesante, pero que seguramente quedó mamón. Pausa larga, pues. Esperaré a ver si llama, aunque lo dudo. Eso de parecer interesante nunca me sale, siempre quedo como mamona.

como en un flash, nadie nos mira alrededor — una red en común conspiraba en la oscuridad — sigilosa señal la que nadie debe anotar — nos dejamos arrastrar corriente abajo hasta que el ruido nos tapó y le dije — yo te quiero conocer igual —
no nos mira nadie despejemos el lugar — sólo tú y yo
(Babasónicos)

De ahí me fui con la Niña Fotógrafa a una reunión de ídems. He de confesar que me dio un poco de hueva el ambiente pretenciosillo, pero salieron un par de cosas útiles: información extraoficial valiosa para nuestra revista y algún contacto del que se pueda echar mano en un futuro.

Odio llegar a mi casa los viernes y los sábados en la noche. Hay un tráfico de terror. Inconcebible: entre las 22 y las 3 hrs. me puedo tardar hasta 40 minutos en avanzar el tramo de los últimos 3 km. antes de llegar a mi casa. Es una mentada de madre. Uno ya viene durmiéndose y se tiene que soplar ese cacho a vuelta de rueda, rodeada de chavitos fresas impacientes por reventar en los antros de moda que rodean mi dulce y apacible hogar. Así las cosas, la estrategia esos días deberá consistir en llegar a las 22 hrs y no salir más, o bien en salir con harta pila para llegar después de las 3 y media. Eso sí es una monserga.

Hoy fui ya por el mueble de la compu a la Fábrica de Pasteles, es decir, a la casa de mi Roomie Consentida, o sea, a mi ex hogar. Así que ya lo traje e instalé en el estudio y acomodé todo para tener mi espacio de trabajo un poco más en orden... con la idea de que esto ayudaría concentrarme mejor... A ver.

La sala sigue en casa del Sapo Vengador, que en medio de muchas ocupaciones y compromisos sociales no me ha dado fecha para ir a recogerla. Así que seguimos en espera de un pronto avance en ese asunto.

Tuesday, April 18, 2006

Informe de vacación

Ok, sobre las puertas: nada, misión no cumplida. (Ya lo había vaticinado el Editor de los Ojos Bonitos: no sería tarea tan fácil como yo lo imaginaba). Tons mejor lo que haremos es conseguir a un profesional de la pintura de puertas que por una módica cantidad nos eche la mano en la labor del cambio de look casero. Pronto, con la salvedad de que hay que esperar a principios de mayo por cuestiones monetarias.
Sobre la elíptica: misión cumplida. Ya hasta empezó el programa de acondicionamiento... ¡Yeeeeah!
Sobre la sala: sólo ha habido un retraso debido a que la vendedora andaba de vaga, pero ahora que ha vuelto sólo es cuestión de acordar cuándo vamos por ella. No pasa de esta semana.
Sobre comer sanito: pues si, más o menos. Exceptuando unos deliciosos chilaquiles que me preparé para consentirme el domingo santoooo, porque era día santo y esos días —como siempre, pero más— uno debe permitirse el disfrute (contrario a lo expuesto por señorita, si, señorita por favor, aunque le cueste más trabajo, por la Señorita Iglesia Católica y Apostólica, que no siempre tiene la razón). Jah, pues eso: nomás por rebeldota ese día comí suculentos chilaquiles y el día anterior una hamburguesa (si si, de carne carne carneee). Pero que conste que rompí la dieta por una cuestión meramente ideológica.
En mi descargo, les informo que puse un clóset. De esos de Ármelo Usted Misma (De Preferencia Con Ayuda De Su Supercú (ñado) Pa Que No Se Tarde Tanto). Yo, como siempre leo las instrucciones, pues les hice caso y tons entre Supercú y yo lo pusimos en apenas un par de horas... bueno un poco más... tal vez el doble. Pero quedó re bien. Así que ahora el estudio va tomando más forma.
Y en esto de los canjes de propósitos, ahí va mi propuesta: cambio el de la sala que se ha visto inevitablemente postergado, por ir a recoger un mueble para la compu al honorable ex hogar, la Fábrica de Pasteles. Eso será el jueves. Este jueves.

Bueno, habiéndo reportado ya sobre mi lista de propósitos, me voy, dejando sólo pendiente el up date de Sala y Puertas.

Saturday, April 15, 2006

Susurros al oído, audífonos mediante...

El primer acoplado que recibí fue de la que fuera una de mis mejores amigas (aquélla que he perdido recientemente y a quien se refiere el post “Qué cosa fea que es el rencor, eh?”), La Amiga Perdida. Éramos unas adolescentes de 14 años en busca de nuestras primeras ilusiones en el terreno sentimental. Compartíamos más bien los primeros y más ligeros desengaños y desencuentros embuídas en el limitado ambiente de nuestra escuela fresa y nuestros, of course, ñoñísimos prospectos. Nos cortábamos las venas con galletas de animalitos escuchando un cassette que ella me grabó y que incluía a Cher cantando If I Could Turn Back Time, el cursi It Must Have Been Love de Roxette, King of Wishful Thinking de R.E.M., Every Breath You Take y Don’t Stand So Close To Me de The Police, al tiempo que nos ganaba la risa intentando llorar sin lograrlo. Ja.

Luego, a los 16, me fui a pasar el verano con la familia putativa en Madrid. Regresé con la experiencia de haber fumado mis primeros toques de hash, de mis primeras (divertidísimas) guarapetas, con dos álbumes de fotos, el primer lugar del torneo de tiro de dardos de La Fundadora (nuestro bar consentido), un montón de LP’s, 10 kilos de más y 4 acoplados (en cassette, claro está) que mi prima me grabó y que pretendían ser el soundtrack de ese viaje; incluían a Radio Futura, Nacha Pop, Duncan Dhu, Tam Tam Go, Greta y los Garbo, Juan Luis Guerra… y tanto más.

No fue sino hasta que empezaban los cortejos de El Novio Prohibido (por ahí de mis dulces 20) que fui objeto de otro de esos regalos que tanto significado tienen para mi. Se llamaba “¿A cómo el kilo de abulón?” y era una velada declaración de amor. Bueno, no muy velada… pero convenía no darse muy por enterada de las verdaderas intenciones de este rockero insolente y cínico, porque (obviooo) ¡tenía novia! Así que cuando lo escuchaba me limitaba a dejarme sentir maripositas en el estómago imaginando que todo lo que decían esas canciones me lo susurraba él al oído, y luego, por supuesto, negaba todas esas sensaciones e ilusiones al terminar de oír aquel rockcito al que no estaba acostumbrada y no entendía. Y que sólo me gustaba porque me lo regalaba él: Todavía una canción de amor y Aquí no podemos hacerlo, de Los Rodríguez, Quiero tener tu presencia de Seguridad Social, 3 am de Charly García, alguna de Sergio Arau cuyo nombre no recuerdo…

En mi relación con El Novio Prohibido, los acoplados se convirtieron en un código de comunicación. Recuerdo con especial cariño uno que me regaló, dolido, cuando le conté que me iba el verano a hacer mi servicio social a Zipolite. Se llamaba “Pa’ espantar a los alacranes”, era reggaesoso, riquito y sentido. Traía Santería (Sublime), So lonely (The Police, again), Wish You Were Here (en una versión imposible de Seguridad Social), Hace calor (Los Rodríguez), No Woman No Cry (‘Bobby’ Marley) y otras tantas.
Me acuerdo con especial dolor del que me dio cuando terminamos y yo empecé a andar con el El Artista, con el que después me casaría. Se llamaba “Pa’cordarme que te tengo que olvidar”, y no lo pude oir en mucho tiempo.
Agradezco con el alma el “Pa’l homesick” que me dio la primera vez que terminé con El Artista y corrí a llorar mis penas al otro lado del charco sin querer pensar mucho en volver. Con Jane’s Addiction cantando Jane Says, The Pixies cuestionándome Where is My Mind? y Cake recordándome “I say I want you but you don’t believe me, you say you want me but I’ve got my doubts…” y mis amores en Mexico (léase Mécsico).
Y está el último, "Muy Mamón Vol. I" (¿irá a haber más volúmenes?) un acoplado liberador y lindo que me trae a la mente los buenos momentos del reencuentro que tuvimos tras mi divorcio y en el que nos dejamos llevar algunos meses por la romántica idea de que éramos tal para cual y si el destino nos había vuelto a reunir era porque lo nuestro estaba en verdad Muy Mamón, ¿qué tal?

El Artista también me dio alguno en una ocasión específica. Después del truene que me hizo huir lejos. Es un acoplado de arrepentimiento, de “toqué-fondo-pero-me-di-cuenta-de-que-te-amo”.
Y las invitaciones de nuestra boda, que eran un poster como de película, incluían un CD con el soundtrack de la peli (o sea, el soundtrack de nuestra historia, que por angas o mangas no había sido muy planita). Incluía a Dead Can Dance, Nacha Pop, Tontxu, Clara Montes, Henry Mancini, Radiohead, Soda Stereo… A mi me gustaba. Y todo quería decir algo. Siempre. Y él o yo podíamos cantar completas cada una de esas canciones sintiéndolas en las tripas, cada estrofa, cada palabra.

Recientemente me han regalado un par de acoplados. Un par de amigos. Y sé que no pretenden ser más que una selección de buena música, porque saben que me gusta y, como buenos amigos que son, me la comparten. Me gusta, mucho... y lo agradezco más.

Pero al final todo esto viene a cuento porque extraño eso de escuchar mensajes en susurro al oído, audífono mediante… Mensajes que escribió otro pero que al oírlos, alguien que me conoce o que conoce su curiosidad por conocerme, pensó que son para mí y los recopiló para hacérmelos saber.

Aunque, y aquí viene la contradicción mariana, no sé bien a bien cómo tomaría hoy en día uno de esos compilados de secretos entre dos, seguramente con miedo, harto miedo y entonces pienso: no no, mejor ni lo pensemos... (¿qué se le va a hacer? una se queda siscada).

Anyway, sometimes I miss that so much.

Wednesday, April 12, 2006

Vacación... (Oh, si)

Se ha llegado el momento.
Al fin.
Al más puro estilo del año nuevo, haré una lista de propósitos para estos pocos (si, si, son pocos, la verdad) días de asueto.
Pintar 5 puertas (con sus marcos, claro).
Ir por la elíptica (incluye primer pago, desarmado, carga, transporte, descarga, armado y colocación final).
Ir por la sala, por lo menos por el taburete del enganche, ja (incluye primer pago, carga, transporte, descarga y colocación).
Comer sanito, echando mano del gran super que recién hice para mi casa (igual sirve de dieta).

La Ex Cuñada Consentida insiste en que dedique uno de estos días a ella y su queridísima (de verdad queridísima) familia: me invitan a comer y pasar el día con ellos en Yaute. La propuesta es tentadora en tanto los quiero un montón, los echo de menos otro tanto y son super divertidos. Sin embargo, la sola idea de que pudiera aparecer por ahí El Artista o La Mamá del Artista o de que este encuentro se preste a una mala interpretación de parte de cualquiera de los dos, ha pesado lo suficiente para rechazar, muy a mi pesar, la invitación. Things that make you go: CHALE.
Como diría Miss Louis Vuitton: ni Pedro, Juan...

En fin... para empezar con la honorable vacación nos vamos, ya ya (son las 4 pm. y decimos adiós).
Primero a la gas, de ahí al sams, de ahí al cinito y luego con BuddySoCute y su Amigo Publicista.
Ya pues, porque la Editora Asociada se está poniendo punk.


Ahí les cuento si lo logré.

Monday, April 10, 2006

¡Que sí! ¡Que lo seeeeé!

A ver, es cierto.
Ya Daria me dijo holgazanita.
Y tiene razón.
Que sí, que lo seeeeé.
Que debería de actualizar este blogcito con más regularidad...
Chale, es sólo que últimamente no he tenido mucha inspiración para escribir.
O tiempo.
O ganas.
O quizá sólo no he encontrado algo realmente importante que decir.
O una forma de decirlo que valga la pena leer (bueno, ese no es pretexto porque tampoco estoy segura de que todo lo que he posteado antes sea meritorio de leerse).
Porque la realidad es que sí han pasado cosas.
Mi Mejor Cómplice salió del hospital y está estable. Lo cual me tiene muy tranquila.
La Rubia Superior ha ido cediendo terreno a la sensatez y ha empezado a hacer a un lado su enojo conmigo. Claro, es un gallo-gallina-pollito-pa'trás... pero algo es algo.
Un sábado acompañé a BuddySoCute! a la boda de su ex (también hermana de uno de sus mejores amigos: family rules). La odisea es larga y tal vez un día me anime a contarla completa. Por ahora sólo diré que llegué a la boda muy fancy, muy fancy, pero completamente afónica. Eso influyó para que yo, como las nuevas: a) a falta de poder interactuar con la concurrencia, me concentrara en beber y b) me solapara con el cuento de que el tequila TENÍA que abrirme la garganta en algún momento. Por supuesto, eso no sucedió. No conforme y ya peda, claro, le pedí al mesero miel con limón. Trajo una taza (favor de dimensionar: una taza) y Buddy tuvo la brillante idea de añadirle mi sexto tequila doble "pa que no te sepa tanto a madres, Dude", dijo cariñosa y consideradamente. Y yo ¿por qué no?, me tomé una taza de miel con limón y tequila.
Fue el acabose.
Lo que siguió no lo puedo contar por dos razones: la primera, no me acuerdo de casi nada: tengo un black out de 5 horas; la segunda, lo poco que recuerdo me da una vergüenza tan infinita como la risa que le da a mi querido amigo cuando hace algo de memoria. Ahora me río, si. Pero en el momento (y los días posteriores) me sentí muy MUY mal.
Luego vino el tour futbolístico que me sentó tan bien como les conté en el post anterior.
En los últimos 15 días me ha pasado dos veces no poder entrar a mi casa a alguna hora de la madrugada y tener que pedir compasiva morada: una noche a mi querida Daria, otra (bailando un jarabe tapatío encima de mi orgullo) a Papá Doctor y La Rubia Superior: "Oooooohquelachinitaaa", habrán pensado, "¿no que ya no nos ibas a pedir nada nuncaaaa?" Aunque ahora que lo pienso es más probable que hayan dicho para sus adentros "¿no que no tronabas, Pistolita?" Como sea, el punto es que con esto me cayó el veinte de que esas son trabas subconscientes que quieren decir más que el simple hecho de haber olvidado o perdido las llaves: no me gusta llegar a mi casa... y es que claro no la tengo acogedora aún como quisiera.
Por eso hoy acordé con el honorable Sapo Vengador comprarle su bonita sala roja. Es el primer paso para ir haciendo crecer mi espacio. El que sigue: pintar puertas el fin de semana.
El jueves en la exposición de fotos del gran Zuki tuve a bien encontrarme a mi Amiga Cineasta después de varios años de no vernos; y sólo dos días después la topé de nuevo en Bellas Artes. Siempre un gusto. A ver si esta vez sí somos capaces de continuar el contacto.

Hoy por la tarde fui con el Editor de los Ojos Bonitos a comprarle un pastel al Adorable Editor Adjunto, cuyo cumpleaños fue el viernes y dejamos pasar sin mucho barullo por estar en cierre. Así que hoy, que también estamos en cierre, pero con culpa, nos pusimos a mano.
En premio del destino me regalaron un clicker de Axe para contabilizar a todos los que me miren con ojos pispiretos o sonrisa seductora... Jaaaaaah.

Sí, todo esto ha pasado en los últimos días (y más que no me viene a la mente justo ahora)... y yo sin querer escribir, chingao.

Monday, April 03, 2006

Friday's Sunset Reset

Contrario a lo que pudiera esperarse de un viaje en el que había que cubrir 3 destinos en 24 horas, no hubo tensiones ni presión. Fue relajado y fluyó riquito.

El Editor de los Ojos Bonitos se apoderó del volante y no lo soltó, lo cual para mí fue buenísimo. Siempre me han relajado los paisajes de carretera. Así que entre valles y montes, sorteando lagunas y llanos, se nos fueron las horas de carretera en hablar de todo un poco y en cantar alguna que otra rolita (lo que mejor le sale al susodicho editor son las cumbias cachondonas ¡qué cossssa!) Jaaaah, fue muy divertido.

Tras cumplir con las primeras dos terceras partes de la misión (futbolista en Irapuato y futbolista en León), nos dimos una vueltecilla por la plaza de San Juan de Dios, famosa por sus nieves, a ver si éstas de veras ameritaban. Y... oooh sí.
A la noche decidimos ir a tomar una cerveza (o dos, pues), condición absoluta para la platiquita a gusto. Recorrimos "la ciudad" completa... y sólo dimos con un lugarcete. Curioso, pero feo sin lugar a discusión. La concurrencia era en su mayoría de varones del tipo mmmm, digamos... rupestre. De esos que se juntan en grupos que primero ven feo a la descastada que a esas horas anda en un lugar de "esos". Ya luego la ven con ganas.

Con chelita en mano y desafiando el escándalo inmisericorde del lugar, empezó la platiquita a gusto, anécdotas varias, algunos detalles del pasado y el intercambio de información extraoficial (vil cotilleo) sobre algún tema irrelevante y divertido. No diré lo que sé, jaaaaaaah, sólo que me reí mucho.

Al día siguiente, partimos temprano rumbo a Morelia, en pos de otro futbolista, para cuya sesión hubo que esperar el segundo medio tiempo de un partido. Esto hubiera sido un suplicio para mí de no ser porque El Editor de los Ojos Bonitos, gran aficionado al futbol, se esmeró en explicarme las minucias de este deporte así, en acción. Interesante. No puedo decir aún que me gusta el futbol, pero sí lo vi con otros ojos. Ta bueno como introducción al mundial, a ver si esta vez lo disfruto más.

Luego a comer corundas y prepararnos para tomar carretera de vuelta al DF. Así. Ni chance de buscar llaveritos me dio.

Con todo y en honor a la verdad, he de decir que es un gusto viajar con este hombre, por lo menos en viajes cortos y de trabajo. Trae muy buena onda (además de buena música), es alegre, atento, tiene siempre buena disposición y no se conflictúa.

Eso le decía mientras veíamos por los retrovisores el atardecer del viernes, que sirvió para darle el "reset" final a mi mente.
Y vaya que funcionó.

Wednesday, March 29, 2006

A poner la mente en blanco

Hoy, a tres años de distancia, volví a ver a la Ex Cuñada Consentida, hecha toda una ejecutiva de las relaciones públicas. Me dio gusto, mucho. En realidad ella lleva algunos meses insistiendo en un encuentro al que yo, para ser sincera, no he hecho más que sacarle la vuelta. Hoy fue ideal, puesto que el encuentro se dio en un marco hasta cierto punto laboral. Sin embargo, al final ella insistió: "tenemos un cafecillo pendiente... te extraño y quiero platicar largo contigo". Yo no estoy muy segura de querer oir lo que dice que me tiene que platicar, jajajaja. Es una sensación rara porque aunque lo único que a estas alturas echo de menos de mi relación fallida con El Artista es a su entrañable familia, creo que ha funcionado re bien la difícil táctica de cortar con todo de tajo... en fin, sólo que no me gustaría dar pasos para atrás en un terreno escabroso. Y mucho menos ahora que me encuentro y sobre todo, me reconozco tan peligrosamente vulnerable.

Volví a la editorial sólo para dejar resueltos un par de pendientes.
Tras reescribir mi notita musical pal mes de mayo, porque el adorable Editor Adjunto, pese a que confía en mi talento —dice— no deja de ser implacable, me disponía a correr a casa para dormir tempranito.
No contaba con que El Editor me sonsacaría (¿o va con "z"?) para cenar y charlar un poco. Y sólo un poco no por falta de ganas (que hacia mucho que no teníamos chance de platicar), sino porque mañana hay que madrugar.
Me voy con el Editor de los Ojos Bonitos (sé que más de una me envidia por esto, jaaaaaaaah) a hacer un recorrido pueblerín en busca de 3 figuras futbolísticas. Ya está todo coordinado. Serán un par de días de carretera que a alguien más podrían parecer pesados, pero que dadas las condiciones de mi estado anímico me vendrán muy bien para distraer la mente y cambiar de aires.
A ver si por ahí se nos pegan unas fresas, unos zapatos y unas corundas ... ah y tambien se nos podrían pegar algunas mariposas monarca en el camino. ¡Qué bonito! Si sí, les traigo fotos.

Monday, March 27, 2006

Hard Night's Day

Eso fue el domingo.
Y la cereza de mi pastel de depresión.
Después de la más desagradable (juro que no estoy exagerando) borrachera que me he puesto jamás, vino lo peor: la cruda moral.
Y luego tocar fondo, sola.
Yo vs Yo.
Restregándome en la linda y recta naricita mi cobardía. Mi incapacidad para manejar el dolor. Mi nula fluidez para decir lo que siento, de verdad, de corazón, sin chistecitos aderezadores que fungen más bien de caretas. Mis estúpidas ganas de demostrar que puedo, que soy fuerte y que me puedo reír mucho, aunque no pueda hablar... hasta que claro... no pude más que llorar y llorar. Y dormir y llorar intermitentemente hasta que se me acabaron las fuerzas.
De cuando en cuando desperté y no pude evitar los malos recuerdos... Me desconocí y me llené de vergüenza.
No me puedo permitir caer más, lo sé. Y como evidentemente no estoy preparada para manejar lo que está pasando y lo que se avecina, decidí obligarme a una terapia.
Me deseo suerte y que esta etapa termine pronto, por favor.
This is not me.

Wednesday, March 22, 2006

Y al final, nada nuevo

El lunes fue día de evasión, la verdad.
Había que entrevistar (quién me manda a ser proactiva) a una Internacionalmente Reconocida Banda Chilanga (que recientemente fue invitada nada menos que al show de Jules Holland en Londres) cuyo label manager afirmaba que ese día y sólo ESE DÍA podían acceder a la entrevista ("porque tienen compromisos, giras, ensayos... tú sabes" - No, yo no sé. Yo tengo una vida normal y no sé de giras y ensayos. Sé, si, que este puente me caía como anillo al dedo para descansar un poco la intensidad del último mesesito... Pero en fin, ese no es el tema).
So, en medio de una ciudad vacía por el fin de semana largo que uno no sabe si agradecer al equinoccio de primavera o al honorable Bomberito Juárez, me dirigí al lugar de encuentro sin más ánimo que el de salir un poco de mi esfera de impotencia y azote.

La Editora Asociada amablemente accedió a llevarme una grabadora prestada, la de El Editor. De paso, dijo, se distraería de su depre acompañándome mientras yo realizaba la entrevista. Así que nos vimos desde antes, charlamos, fuimos por un cassette y nos sentamos cómodamente a esperar que llegaran los músicos. Ella comiendo torta de tamal, yo mirando con nostalgia al hurón de un vecino de banqueta.

Fue muy agradable el reconocer el rostro del primero que llegó a la cita: El Saxofonista, conocido en el bajo mundo musical con el apelativo despectivo que se les da a los árabes en España, aunque claro, a él como es un buen tipo, se le dice con cariño y hasta en diminutivo. Yo lo conocí hace como 8 años, porque durante un breve período de tiempo toco en la banda de ska punk de El Novio Prohibido. No sabía que recientemente se integró a la Internacionalmente Reconocida Banda Chilanga poseedora del mérito suficiente para sacarnos de la cama la religiosa mañana de un lunes de puente. Lo bueno es que al final valió la pena: además del grato encuentro con El Saxofonista, acompañado de rica plática de cinito y remembranzas, estuvo interesante la entrevista, saber de esas giras por Europa y Oriente Medio, de cómo han logrado posicionar sus canciones entre públicos de hablas tan distantes de la hispana, del reconocimiento de músicos como Peter Gabriel (que les grabó su más reciente CD bajo el sello Real World)... Tanto El Vocalista como El Baterista también estaban en muy buena onda y la entrevista fluyó relajada.

Al terminar me dirigí a la editorial a hacer algunas llamadas pendientes, sin éxito, claro. (La única violadora del sagrado puente era yo). En eso estaba cuando llamó la Doctora Ilustre, esa gran amiga que vive en Madrid pero que está pasando una temporada larga en nuestra ciudad, para invitarme a su casa. Aunque al principio yo andaba desganada, dulce Daria Zen me convenció de que tal vez sería bueno: las tres juntas, como en los viejos tiempos, reunirnos a arreglar nuestros nuevos mundos... Pensando también en que no era mala idea que me distrajera y tal, terminé yendo. Es increíble cuán reconfortante puede ser compartir tiempo, dudas, sozobras, alegrías, consejos y abrazos con estas hermanas por elección que me he conseguido.
Y claro, como era de esperarse después de meses de no vernos, la plática se extendió hasta entrada la madrugada. Salí de ahí cerca de las 4, con un frío condenado y una pereza indecible de sólo pensar en el largo trayecto a mi casa.

Llegué y nada nuevo. Como siempre, no había nadie. Así que sin nadie que me ayudara a seguir con la evasión tan exitosa del día, decidí dormir muchas horas para incubar felizmente al bicho que hoy me tiene con algo de fiebre y un dolor de garganta bastante molesto.

Sunday, March 19, 2006

Complicado

Ayer dieron de alta a Mi Mejor Cómplice del hospital.
Estable, cierto. Pero con un diagnóstico nada alentador.
Su insuficiencia renal crónica va a peor y eventualmente será necesario dializarla. Esto puede llevar meses o años. Y la calidad de vida que pueda tener mientras tanto depende en altísimo porcentaje de su voluntad y disposición.

Papá Doctor nos reunió a Bigbro y a mi y nos dijo que serán tiempos difíciles. Que hay que ser equipo y hacer estrategias.
Hoy habrá otra reunión que incluirá seguramente a la Mujer de los Ojos Hermosos y a Supercú (ñado) para acordar voluntades y responsabilidades.

La noche de anoche fue terrible. Mi Mejor Cómplice no puede dominar su angustia, está en permanente y altísimo estrés porque tiene un miedo terrible a que le falte el aire. Tal estado agudiza los riesgos normales de su hipertensión (crónica también).

Hacia la tarde-noche le empezó a dar fiebre, por lo que nos puso en alerta (sobre todo porque el hecho de la reciente salida del hospital, hace existir probalilidades de que haya pescado alguna infección allí). Logramos disminuirla con paracetamol y medios físicos por ahí de la madrugada. No ha vuelto. Si lo hace, habrá que llevarla al hospital de nuevo, según indicaciones de la doctora que la atendió allí.

A pesar de que el psiquiatra le mandó sedantes para dormir, estos no hicieron ayer ningún efecto, por el contrario. Yo la vi más angustiada y nerviosa que nunca, con intermitentes ataques de náuseas. Deprimida, desesperada, irritable, indispuesta.

Come a regañadientes. Me duele y me enoja. Sé, porque me lo dijo Papá Doctor (y por sentido común), que si ella no pone de su parte difícilmente podrá salir de esto. Y ella se debate entre el terror que le da morir y la desgana y frustración que le provocan las condiciones de su cuerpo.

Y yo no sé qué hacer... cómo saber qué quiere para hacerme su cómplice en eso, o cómo convencerla de que se haga la mía en la mísión de echarse pa'lante y dar la batalla. No sé cómo hacer para que no me duela y desespere la impotencia cada que le pido que coma o que se tranquilice un poco y me mira con esos ojos que parecen decir: "no te entiendo y no me entiendes" y que tienen la expresión desolada de un llanto seco que ni siquiera puede ser en plenitud. La otra opción, dejarla morir, me parte en cachitos de sólo pensarla... y me reencabrona siquiera considerarla como opción.

Saturday, March 11, 2006

DÍPTICO

SANTIAGO

Santiago, de profesión músico, compuso hoy por la madrugada su mejor canción.
Al terminar su presentación en el barecillo vacío en el que se presenta todos los fines de semana, de jueves a sábado y de once a una, caminó un rato, cargando su guitarra por las calles oscuras antes de llegar a casa.
Al entrar se encontró debajo de su puerta un recado. Acomodó la guitarra en el sillón y tras encender un par de velas se sentó y recargó sus codos en las rodillas para leerlo con atención, casi con veneración como cada noche. Era un ritual reciente.
Hasta hace seis días los recados llegaban de forma espontánea. El domingo pasado, al volver a casa no encontró nada bajo su puerta. Desde el lunes, decidió turnar en el tapete de la entrada, uno a uno, los recados que alguien había venido dejándole desde meses atrás, reciclando con ellos el momento que le permitiera seguir encontrando el mismo mensaje en su puerta cada noche al entrar a casa. Loop.
Bebió un poco de agua. Sólo la necesaria, quedaba poca. Paradójicamente, a pesar de las carencias no podía evitar sentirse pleno, incluso inspirado.
Se sentó y abrazó su guitarra en complicidad para iniciar la composición. Tras los primeros acordes empezó a fluir la melodía completa. La letra vino después, aunque desde el principio la tuvo clara en la mente.
Cuando terminó, cantó su canción de un hilo y quedó más satisfecho que nunca antes. Sin duda era la mejor que hubiera escrito jamás.
La llamó "El último habitante del planeta".
Es una pena que ya no haya nadie para escucharla.


AITANA

Aitana podía ser descrita como una idealista, como una romántica indomable. No sólo creía en el amor por encima de todo, sino hasta en las buenas intenciones.
El segundo jueves del febrero pasado decidió pasar a dejarle un mensaje a Santiago. Sabía que no estaría en casa, seguro habría ido a tocar al barecillo. Pero daba igual, la intención era que lo viera y lo leyera al regresar, así que escribió el recado en un papel blanco que deslizó bajo la puerta.
Al día siguiente volvió a hacer lo mismo. Y al siguiente y al siguiente. Lo hizo diariamente y aunque el mensaje era siempre el mismo, cada día escribía un recado nuevo.
Hasta que un día no pudo hacerlo más.
Si alguien le hubiera preguntado cuál era su última voluntad, ella habría respondido que deseaba que Santiago siguiera recibiendo su mensaje cada noche de las que le quedaban a su vida.