Tuesday, October 24, 2006

Psss, si no ¿qué chiste, no?

Hoy charlaba con la Editora Asociada sobre qué haríamos con nuestra noche. Una opción era el cine, la nuevita de Almodóvar. Otra, en mi caso era la cena con amigos de antaño, residentes en lejanos países que pasaban por aquí esta semana.
El Editor Adjunto (muy casado y muy padre él), aparentando autistear como siempre, bien que nos oyó y luego se lamentó, bajito pero en gran drama:
—Yo quiero ir al cineeeee... (suspiro) nunca volveré a ir al cine (otro suspiro, más sentido).

La Editora Asociada y yo nos sonreímos cómplices en franca consideración de si es momento de dejar de lado la lucha en contra de nuestra (codiciadísima, oh si) soltería. Tras sonora carcajada (con atisbos de conmiseración para el dulce Editor Adjunto, cómo no), hoy coincidimos en que estamos pocamadre solas.

Más tarde le contaba al Editor de los Ojos Bonitos (también muy casado y doblemente padre) algunos detalles de una fiesta de Big Catches que tendremos el sábado. La verdad es que suena mu bien y hasta da emoción y todo... pero el remate es cuando uno ve la cara de aspiración frustrada de los no requeridos a ella. El ojiclaro editor, como no queriendo, no se pudo contener:
—Anda Bombón, invítame.
—¡Claro que no! Tú no estás disponible.

Jaaaaaaaah. Debo confesar un cierto placer leroleroso y cutre en darme cuenta de que la mayoría de los emparejados (con papelito o sin él) que me rodean no la pasan tan bien como una que anda por la vida así, solita y su alma.

Si si, hay otros días que me azoto llorando por los rincones el no poder compartir con un feofuerteyformal hombre mi vida —toda informal ella. Pero hoy no es uno de esos. Hoy me alegro.
Si en realidad la paso re bien así. De veras.

En fin, así pasa: mi enemigo de hoy no es el de ayer y soy voluble y cambio de opinión toíto el tiempo y un día me caso y otro me divorcio y un día busco pareja y otro le corro sin mirar atrás... ¿y qué?

Friday, October 20, 2006

Conmovida y asustada

Un gran amigo al que adoro, El Guionista Cometodo, ha hecho algo que me movió todita:

Hola María, aquí Yo.
¿Te acuerdas de un mail que te escribí desde Toronto en el que te contaba de una historia que había escrito que se parecía mucho a lo que estabas viviendo en ese momento? ¿Un mail que luego tú encontraste y me enviaste?
Pues aquí está el largometraje que escribí a partir de ese cuento y también está protagonizado por ti: DÍAS DE PLAYA.
Espero que te divierta (y gracias por ser una musa tan confiable y garantizada)!!!!!
Un abrazotototote de tu cuate para siempre,
Yo

Lo que yo pueda decir para describir la forma en la que esto me ha conmovido, no será suficiente. Lo sé.

Guionista Cometodo querido,
Claro que me acuerdo, del mail y de todo lo que desató éste aún un par de años después de que me lo habías enviado.
Es raro esto de que escribas un largometraje conmigo como personaje protagonista... Por un lado me halaga mucho y me dibuja una sonrisota en la cara pensar en ti imaginándome con pistolas poniendo en su lugar a todo pasado de lanza que se me atraviese. Por otro, me da miedo empezar a leerlo, es como mmm, un azote más de mi inseguridad traidora, jaaaaaaaah: es como si temiera ver que todo eso que imaginas que soy, todas las cualidades que imaginas dignas de la protagonista de tu historia, en verdad no están en mi. Me da miedo darme cuenta de que soy apenas un remedo de esa que tal vez hayas ideado en estándares mucho más altos de los que yo pueda alcanzar nunca.
En fin. El fin de semana me daré el valor para leerlo, con mucho gusto. Pero sobre todo, con mucha gratitud.
Te quiero mucho mucho. Muchísimo. Gracias siempre.
María

Lloro.

Monday, October 16, 2006

Atando cabos

Yo ya no iba a escribir nada hoy.
Porque ya es tarde. Y porque no debo desvelarme los domingos.
Porque vivo con el condenado karma de no poder levantarme nunca a tiempo los lunes. Y de cargar arrastrando cual pesado lastre el desvelo dominguero durante toda la semana.
Pero no me pude resistir.
La vida sigue y por más que invoque "¡serenidad a mi!" (con voz de trueno, choque de anillos y toda la cosa), surgen de pronto señales inequívocas de que pese a una aparente ecuanimidad y esfuerzos varios por mantener el equilibrio, hay cosas dentro de mi que se mueven más allá de mi control y mi voluntad.
Atando cabos les cuento:
- hace casi dos años que evitaba el vino tinto por razones migrañosas. Recientemente me había atrevido a tomar apenas una copa, pero siempre temiendo el ataque del demonio cortacabezas.
- hace muchos meses (desde aquella grandísima y vergonzosísima borrachera que me puse en la boda a la que acompañé a mi BuddySoCute! en marzo)que no dejaba elevarse mis niveles etílicos más allá de lo que apenas fuera mínimamente perceptible.
- hace quizá años que no me permitía cantar en una fiesta de amigos, nomás por el gusto.
Pues bien, el viernes pasado, en la despedida de la Diseñadora Argentina (que nos deja pero nomás poquito) me relajé, tome tinto (mucho, muchísimo), me puse una de esas jarras ricas ricas y canté para mis amigos. Y no me dio migraña. Vamos, ni siquiera me dio cruda.
Extrañada estaba a la mañana siguiente de no sentir los estragos de tanto exceso (antes de que nadie me diga ñoña, tome en cuenta los parámetros anteriores), cuando en la radio escuché a un locutorcete de octava que a falta de algo inteligente que decir cantinfleaba a propósito de la fecha: "En esta bonita y despejada mañana de sábadoooo... ¿qué día es hoy, chaparrita? ah, si, sábadocatorcedeoctubreeeeee..."

Y entonces --de sopetón-- lo entendí todo.
El viernes había sido trece de octubre.
Y es que justo el trece de octubre de hace 5 años tuve a bien contestar que si a un montón de preguntas que me hicieron un padre y un juez a propósito de promesas y futureadas de lo más inocentes. Jaaaaaaaaah.

Ande, chiquitita. ¿no que muy machina? ¿no que todo superado? ¿no que nooooooo?
Diablos. Juro que no me había dado cuenta. Vamos, hace mucho que no pienso en eso. Yo creía que era historia pasadísima.

Mi deducción es que nuestro subconsciente (o al menos el mío, pa no generalizar) está mucho más al tiro de lo que pensamos, y nos sabotea --bajita la mano-- lo que de verdad somos o queremos hacer, o lo que nos merecemos, o nos hace creer que no nos lo merecemos, o nos castiga, o un buen día (exactamente cuando se cumplen 5 años, por ejemplo) nos perdona y nos libera... así de plano.
Y me surgen varias dudas:
¿de dónde chingaos habré sacado yo que a los 5 años se cumplía mi condena-penitencia por el error de haberme casado?
¿de dónde que hasta entonces podría dejar de castigarme y de sabotear mis ganas de pasarla bien sin consecuencias chafas?
¿por qué diablos mi subconsciente se pone punk si mi consciente aunque reconoce el error ni se arrepiente, ni lo ha vivido como una gran tragedia?
¿me quieren volver loca?
¿ya lo lograron?

¿O más bien una cosa no tiene nada que ver con la otra y nomás estoy viendo moros con tranchetes...?
También puede ser. Que ni qué.