Wednesday, February 28, 2007

Brecha generacional lingüística

El 17 pasado fue mi fiesta de cumpleaños. El Colectivo Cats —de creciente fama, jaaaaah— se ofreció por medio de Dulce Doe (que trabaja conmigo) a poner música en ella. A mi me gustó, estuvo divertido.
Pero luego oí en Ibero Radio que se referían al colectivo como una bola de 'forevers'. Y, mmm, no entendí. Cuestión de brecha generacional, supongo. Chale, me imagino que así les pasó a los apás de mis apás cuando oyeron que algo estaba 'padrísimo'.
El término lo usan con soltura Dulce Doe, la Niña Blogstar y el joven hermano del Reportero Estrella, en sus cortos veintes todos. Y hay una modalidad verbosa: alguien puede estar 'forevereando' de múltiples formas o se puede 'foreverear' y lo peor: quedar 'forevereado', valga la redundancia, para siempre. ¡Dios, no!
Ayer, mientras esperábamos en el banco, el Señor L&S, me contó algo sobre haber visto a Rubén Albarrán en reciente presentación un poco viejo, pero en la misma onda, combinación que resultaba en esa sensación de penita ajena por quien se ve fuera de lugar.
Y entonces lo entendí todo.
—¿Un poco como Alex Lora? —Y hasta lo dije: —¿'Forevereado' en ser piedra rodante, encontradora y rockera hasta la muerte o el ridículo (lo que suceda primero)?
Ooookei. Ya entendí.

Thursday, February 22, 2007

Otro febrero postoperatorio

Ayer a las 11 de la noche salía de La Bipolar (fui a ver si me encontraba a Diego de nuevo para explicarle que no soy de rancho, parezca lo que parezca, jaaaaah) con la Niña Blogstar, cuando me llamó la Rubia Superior para avisarme que Papá Doctor ingresaría a un quirófano, otra vez, hoy por la tarde.
—¿Y ahora? ¿Qué no ya estaba todo bien?
—Bueno, no te asustes... es una cirugía programada, no es de emergencia.
—¿Te cae? ¿de un día a otro, no es de emergencia?
—Hijita, no me pongas nerviosa. Sólo queríamos avisarte.
Van tres febreros que nuestra honorable familia pasa más tiempo del deseado en el piso cuarto de un hospital cuyos grandes jardines —y sus gatos— han servido para desahogar en interminables caminatas angustias y miedos, para recibir y guardar con total discreción los reproches y gritos que entre dientes he mascullado de puritito coraje o de impotencia, las oraciones de esta creyente convenenciera, y hasta las lágrimas de catártica felicidad en cada alta, cuando ya caminamos rumbo al auto para irnos todos juntos de regreso a casa.
Hoy al llegar al nosocomio no pude evitar recordar los febreros pasados de incertidumbres y miedos en este mismo escenario.
Y si, resultó que la cosa era ligeramente más delicada de lo que mi protectora (además de honorable, claro) familia quiso decirme. Pero ahora todo está en orden. Esta vez no pasarán más de dos días antes del feliz momento del alta, esta vez la angustia sólo me pasó en el subconsciente.
Y me da una gran tranquilidad que todo saliera bien.
Es hora de ir a dormir a casa. Camino a mi auto, por los jardines, sentiré bien distinta esta primera noche postoperatoria a la de los otros febreros.
Quizá lo único que masculle entre dientes sea un sincero agradecimiento porque Papá Doctor está bien.

Friday, February 16, 2007

Visita de doctor.

Ahora sí ha pasado mucho tiempo y sin querer, la verdad.
Después del ejercicio de perdón Parte I —y patito, que fue el que vieron aquí— vino "el de adeveras", como dice Bacalao Apestoso.
Y psss, la verdad sí dolió. Fueron horas escritas y enjugadas en mangas, pañuelos desechables, almohadas y recuerdos. Y yo que me creía la antítesis del rencor... en realidad me di cuenta de que éste se me mete casi sin que me dé cuenta. "Como perro en casa", diría el Señor Polítofílico, "y luego ya hasta lo hiciste parte de tu vida, le agarraste cariño y no lo puedes sacar". Pss, más o menos así. Y falta... pero bueno ya no les contaré de esto porque qué hueva.

Mejor les cuento que fue mi cumpleaños y me encontré a Diego Luna. Y que, naca como soy, me puse re nerviosa cuando se presentó y se paró a darme un beso. De rancho hombre, qué pena... luego les cuento la anécdota completa (con referencia a previo oso con Leonardo de Lozanne y noche luminosa con una Venegas).
El pre festejo con familia incluyó al Honorable Sapo Vengador y al mismísimo Dueño de sus Quincenas. Luego vinito en su casa y la preparación psicológica para un período de chamba exhaustiva...

Me tengo que ir, sigo más tarde.