Monday, May 29, 2006

Mornings Eleven

Como en escena de película me gustaría dejarme llevar por la música del soundtrack... que ésta guiara mis emociones sin cabeza de por medio... ¿por qué chingaos me cuesta tanto?


Todo sería tanto más sencillo si sólo pudiera abstraerme... ir viendo a través del parabrisas de mi auto la peli: una armoniosa sucesión de imágenes: el periférico a vuelta de rueda... los coches que me rodean con sus tripulantes todos raros (una que va asustada y paranoiqueada, otro sacándose el moco, otro ligonea conmigo desde su retrovisor lateral, los nenes que van peleándose, jalándose el pelo, escupiéndose y cuando miran que los miro, me miran, se miran, me miran de nuevo, me sonríen y saludan con sus pequeñas y sucias manos), el camión de allá adelante, que tiene un escape que sube como chimenea, metálico y gris y con una tapita en el extremo superior que se levanta cada que el motor tose.
Y detenerme en ese detalle y darme cuenta de que se abre y cierra al ritmo del soundtrack:

You're in denial, you're in denial
And I know
Well what's my name, well what's my name ?
I don't know

Baby if you telephone
Maybe I can meet you in the morning
Call me if you're on your own
And maybe I can meet you in the morning

You're in denial, you're in denial
And I know
Well what's my name, well what's my name?
I don't know

Baby if you telephone
Maybe I can meet you in the morning
Call me if you're on your own
And maybe I can meet you in the morning

Mornings eleven, the feelings are severed
I can't feel anything at all
But I would die for you
Oh I would die for you

(Mornings Eleven, The Magic Numbers)

Thursday, May 25, 2006

Un poco de orden

Eso de lo que últimamente hay tan poco en mi cotidianidad.
El primer paso para volver a él fue dejarme llevar por Las Chicas Superpoderosas (lease la Editora Asociada y La Diseñadora Argentina) a una doctora que promete regularnos todito, desde los altibajos hormonales hasta la migraña y el insomnio, todo a partir de ordenar nuestra alimentación. Lo fuerte de esto es que empieza por poner horarios y rutinas. Todo un reto para mi apego a la improvisación constante.
Quiero creer que esto rebotará en otros detalles y pendientes que he postergado sólo por eso, por el desorden que a últimas fechas lleva la batuta en mi.
Tiene cierta lógica, así que esperemos a ver los resultados.
Que si, que no nos vendrá nada mal.

Tras madrugón y día intenso debería dormir como angelito… y nomás no tengo sueño. Pinche insomnio. Me dan ganas de ponerme a hacer ejercicio ahorita… pero no se vale, no está en la rutina. Oquelachinita.

Wednesday, May 17, 2006

De salas, sapos y besos enmerengados


A ver, saldando deudas informo que nuestra chic sala roja llegó al hogar el martes antepasado, gracias a las eficientísimas gestiones del Honorable Sapo Vengador que consiguió la camioneta de su Cuñado Bailador con todo y amable-señor-chofer-fornido que nos ayudó de buen talante a su desinstalación, transportación y reinstalación. Cosa bonita.
Tanto gusto nos dio que la estrenamos esa misma noche: nos sentamos en ella comodísimamente a beber thé, una cosa de soya (poco rica, pero eso sí: muy sana), a comer pizza y las obligadas zanahorias de nuestras ocasiones especiales de pequeños (y no tan pequeños) logros. Con todo, sigue pendiente la inauguración oficial.

Ayer, en el showcase de un muchachillo del sureste que está por lanzar su disco, me encontré al excepcional batráceo. Con harto gusto invité al Señor Politofílico al que conocí recién. Estábamos sentados disfrutando de la vista nocturna del Zócalo, Palacio Nacional y Catedral, embebidos en amena charla (cual se ha vuelto rica costumbre con este chico) cuando sentí su mirada intensa y aguda (la del Sapo Vengador, claro está) gritándome "¡Zorra inmunda!". Jaaaaaaah.
Venía con su marido, así que tuvimos que guardar las formas y comportarnos como dos chicas decentes, educaditas y moderadamente sensatas. Cuando nos dirigíamos a cenar, el Señor Politofílico me preguntó cómo fue que nos conocimos.
Parece mentira, cualquiera jura que tenemos toda una vida de ser amigas. La conocí hace justo 3 años. Yo estaba a punto de divorciarme cuando entré a trabajar a una pequeña empresa donde ella llevaba ya unos meses produciendo los grandes eventos culturales de la ciudad. Al principio hablábamos poco, muy poco. Ella, rarita como es (todo hay que decirlo), se limitaba a saludarme con un apodo diferente cada día, en función de cómo iba yo vestida. Al quinto día, al ver que iban tres de ellos en los que yo iba de rayas en diferentes presentaciones, decidió no complicarse más la vida y llamarme Raya o Rayita. Al sexto, me invitó a un concierto al que yo no podía ir porque esa tarde debía sacar mis cosas del casi ex hogar conyugal y migrar para aterrizar como el Concorde en llamas en casa de mis padres. Hasta ese momento, gracias a mis cualidades histriónicas, nadie en la oficina sabía de mi situación. Una confianza irracional me hizo contárselo, serenísima, como si le estuviera diciendo que tenía pendiente una ida al super. Ella me miraba fija e incrédulamente. Hacía apenas unas horas, frente a los jefes, yo había departido y proyectado tener una vida y un matrimonio estable. Sus ojos azules se irritaron y con el brillo del llanto contenido me habló como una hermana. Me ofreció su casa para que yo no tuviera que recurrir a mis padres y volver a vivir con ellos en una situación tan complicada. En realidad lo que me ofrecía era su amistad y las puertas que me abría de manera tan incondicional como irracional (no olvidar que teníamos apenas 6 días de conocernos) eran las de su alma.
Desde entonces nos queremos y nos cuidamos. Es de estas relaciones que se van fortaleciendo por segundos, a pesar de que al poco tiempo dejó de unirnos el laborar en el mismo lugar, de que luego yo me fui a vivir lejos, de que ella se convirtió en una señora de obligaciones conyugales, de que no nos vemos tanto como quisiéramos... A pesar de que 'nos conocemos de hace poco'.
Parece mentira, cualquiera jura que tenemos toda una vida de ser amigas. Yo también. Quizá (alguna vez lo hemos comentado, ella y yo) fue en una vida anterior. En ésta, la conocí hace justo 3 años.

_______________________________



Hoy fue cumpleaños del Bacalao Apestoso, cumplió 3 años y festejamos con barra libre de chatarra, pizza casera y horchata (incluida autorización expresa de su mamá, La Mujer de los Ojos Hermosos para llegarle sin clemencia ni moderación), rodeados de pura familia y juguetes de Toy Story. No podría describir con justicia cuánto bien me hace compartir sus segundos, sus besos jodones y enmerengados, sus apapachos y sus risas. Soy su fan irremediable.

Saturday, May 13, 2006

Contenta

Han sido buenos días.
De charlas claras.
De conocimiento y apertura.
Estoy contenta.

En días pasados vi a Mi Mejor Cómplice. Corrí a visitarla el Día de las Madres, a abrazarla y agradecerle la gran madre que ha sido para mi. A alegrarme con ella de que está aquí todavía y tanto mejor de lo que estaba apenas hace un par de meses. A contarle las novedades y todos los secretos que no había podido compartirle en las últimas semanas. A corroborar una vez más su total complicidad y amor. A verla con un ánimo inmejorable, con tanta fuerza y alegría de vivir. Otra vez. Al final, cansada, me recosté en su regazo, como antes, a sentir su cariño y me quedé dormida así, en paz, como cuando era niña.

La Rubia Superior está muy bien también. Ese mismo día comí con ella y con toda la familia. Charlamos, nos reímos. En la noche llegué a mi casa y encontré mi segundo mensaje en la contestadora: Soy yo, tu mamá. Ya sé que no estás. Pero te llamo para dos cosas, para estrenar tu contestadora y para decirte que te quiero.
Lloré. Yo también te quiero, mami.

Papá Doctor está re bien. Super recuperado, tanto que no ha parado de viajar esta semana. Ahora mismo está en Monterrey demostrándose que todavía tiene tanto que dar en su quehacer profesional. Yes.

El jueves fue el cocktail de festejo por el Premio Nacional de Periodismo que ganó la honorable revista que me da de comer. A él me acompañaron El Honorable Sapo Vengador y Mi Roomie Consentida. Si, si: Tercia de Reinas. Jaaaaaaaah. También cayó BuddySoCute!, que, para variar, causó varias bajas por ahí. Ja.

El viernes por la noche fui con la Editora Asociada a una entrevista de radio que imaginábamos sería breve. Se prolongó una hora. Hablamos de nuestro premio, de nuestra ciudad, de nuestra revista, de nuestra histeria femenina y nos divertimos. Por ahí hubo un par de preguntas que nos agarraron medio en curva, sobre todo a mi, pero para fortuna de todos La Editora Asociada salió al quite inteligentísimamente y bajó un par de balones de forma magistral. De ahí nos dirigimos a Polanco en la intrépida misión de atravesar la ciudad a las 12 de la noche de un viernes. Nunca hubiera imaginado la magnitud de la travesía. Pero valió la pena. Íbamos a la despedida de nuestra nunca suficietemente bien ponderada Histérica Adorable, que nos abandona en este barco para tomar un crucerito que le ofrezca mayor libertad y serenidad. Ahí conocí en persona al mismísimo Señor Politofílico, con el que (por fortuna, todo hay que decirlo) de lo que menos hablé fue de política. Fue un gustazo. He de decir en honor a la verdad que el lugar de la despedida no era mi tipo de lugar: mucha gente, muy fresa, mucho ruido y más barullo. Con todo y una vez más, a pesar del inclemente escándalo, la charla fluyó relajada e interesante. Muy a gusto que me la pasé.

Hoy me voy al cine al rato. Y luego a ver al Poeta Posmoderno que se nos casa. Cenaremos, nos dará las invitaciones y supongo que esto terminará en una especie de despedida de solteros. Me da gusto. Con todo y que tengo mis reservas —y muchas— sobre el matrimonio, creo que lo mejor que se puede hacer con él es abrazarlo únicamente con el amor por bandera. Y desde luego, este es un caso de esos.
De una forma u otra seguiré respetando profundamente y siempre toda acción y decisión que sea tomada a partir del amor. Así que me alegro profundamente por él y me dispongo a ponerme muy mona para festejar con él, con su chica y con todos los que los queremos y les deseamos felicidad en esta aventura.

PD. ¡Habemus Salam! ya está aquí. En próximo post contaré detalles y adjuntaré fotito.

Sunday, May 07, 2006

Mis respetos

Los días pasados me me trajeron de regalo encuentros gratificantes y muchas sonrisas, que aún no se borran de mi boquita.

Hace unos días, en la inauguración de la Tienda con Onda de la Diseñadora Argentina, me encontré a varios amigos. Yo pensaba pasar un rato corto, sólo a saludar a sus dueños, a felicitarlos y desearles éxito, pero no contaba con que ahí estarían el Ex Cuñado Consentido y su primo, El Niño de la Comarca Lagunera. También andaban por ahí algunos recuerditos universitarios: el Promotor de Flamenco y mi amigo El Melómano. Obviamente, el rato se alargó mucho más de lo planeado. El gusto de ver a mis queridos ex parientes prohibidos nos tuvo un rato prolongado conversando y riendo como siempre. Terminamos yéndonos a cenar para despedirnos y prometernos no dejar pasar tanto tiempo sin encontrarnos.

El sábado corrí para llegar, tarde pues me quedé dormida, al desayuno acordado días antes con la Doctora Ilustre, con La Mujer Sonrisa (que llevó a La Chulada más pequeña de su familia, un encanto de 27 meses con piecitos envueltos en flores) y Daria Zen, tres de mis grandes tesoros de la infancia. Lo malo: faltaron la Chica Totalmente Palacio y Mami Gourmet.

A lo largo de estos años hemos compartido tanto… hemos crecido, sufrido, reído, actuado, cantado, llorado, bailado, bebido, festejado, viajado, hecho proselitismo, debatido, ganado y perdido… nos hemos visto ir y venir, cambiar de opinión (y de novios), nos hemos despedido (de solteras, de casadas y de lo que haya hecho falta) y nos hemos saludado siempre de vuelta y cada vez con más cariño y respeto. ¿Cómo podría ser distinto si hemos sido testigos y compañeras incondicionales a lo largo de toda una vida? ¿cómo si al paso de ella hemos presenciado las luchas y victorias que a cada una en su mundo nos han convertido en unos mujerones? Es verdad y lo digo sin arrogancia, pero cien por ciento convencida de ello. Es éste un sentimiento que refrendo cada que nos reunimos (desgraciadamente bastante menos a menudo de lo que quisiéramos) y que invariablemente me deja muy buen sabor de boca. Entre los gratos recuerdos de toda una historia juntas y la gran satisfacción de ver dos cosas: la primera, que hemos sido capaces de conservar ese lazo especial que nos ha unido siempre, y la segunda: qué enteras están, qué fuertes son, cuán íntegras se conservan y cómo se las arreglan para sacar ímpetu y optimismo de donde sea para sobrellevar esta vida que últimamente nos ha demostrado ser mucho más compleja y cabrona de lo que nos enseñaron en nuestra escuela fresa o de lo que imaginábamos de niñas. El hecho es éste: las admiro profundamente.

Admiro la fácil sonrisa de La Mujer Sonrisa (valga la redundancia), su incondicional buen rollo, su inteligencia práctica, su total franqueza, su afable sabiduría, su simpatía; admiro la ecuanimidad de La Chica Totalmente Palacio, su sensatez, su claridad, su pensamiento previsor, su congruencia, su solidaridad a prueba de fuego, su espíritu conciliador (y me urge sobarle la pancita que está estrenando); admiro la entrega de la que es capaz Mami Gourmet, su capacidad empática, compasiva, su paciencia, su serenidad, su fuerza para levantarse una y otra vez y sonreír y agradecer, su constante aprendizaje en el manejo de la fuerza de su mente, su disposición; admiro el nivel de compromiso de Daria Zen, su capacidad crítica, su sensibilidad, su búsqueda espiritual, su lucha constante por ser siempre mejor persona, por encontrarse y redibujarse una y mil veces si es necesario; admiro el tezón de la Doctora Ilustre, su fuerza estoica, su inteligencia sobresaliente, sus disertaciones llenas de lógica cada vez más humana, su independencia, su solidaridad total, su disposición para mantenerse cerca a pesar de tiempo y distancia, su constancia.

De todas admiro nuestra capacidad de Ser Amigas-Hermanas en el más amplio sentido de las palabras, y lo que es mejor, por elección. Una elección que no ha hecho sino refrendarse al paso del tiempo.

¡Qué bonito, qué bonito! Quiero siempre más de eso.

Thursday, May 04, 2006

Poniéndome a mano

Ok, ok. Mucho tiempo.
La razón: ha habido poco para esto.
Y sigue sin haber.
Hoy lo robo.
Ya veré cómo lo pago.
O cómo sorteo y hago malabares para que no haya consecuencias.

Pues le mandé un mail a El Vocalista. Desde luego, el pretexto era insulso (que me dijera los nombres de los demás integrantes del grupo para ponerlos en el pie de foto). Anyway: ha pasado casi una semana y no hay respuesta. Es decir: así, de huevos, no me contestó.
La Editora Asociada dice que seguro no lo ha visto. Yo digo que nomás pasa de mí. Así que el resultado fue cualquiera de los dos siguientes: o mamona, o no lo suficientemente interesante. En fin. Total que ni quería.

La verdad que ni mucho tiempo de pensar en eso, eh. Entre peras y manzanas, las pocas horas de los días de hoy en día (que ya no son como los de antes) no dan pa tanto. El sábado hubo fotos en la mañana, luego fui a hacerme un cortecito de pelo muy chic (en el mood happy punk), por la tarde a ver Match Point (que está buena buena) y a la noche un reencuentro con el honorable Amigo de la Primaria con Apodo de Avechucho. Fue harto grato. Fue en el tornabautizo del hijo del Heredero del Emporio Jurídico SS&M, al que yo me escabullí hábilmente. El reencuentro fue además con la familia del mencionado heredero, siempre tan amable conmigo. Tanto que, tras casi 10 años sin vernos, coinciden en que éstos me han sentado de maravilla, jaaaah, con todo y divorcio y tumbos tropicales. Es verdad, me quieren mucho.

El domingo también hubo fotitos mañaneras, pero terminando me robé algunas horas para visitar a Papá Doctor y a La Rubia Superior. Tras un rico almuerzo nos fuimos él, Bigbro y yo a buscar algunos enseres hogareños. Regresé con una contestadora para mi nuevo hogar, ¡mismo al que ya nadie me quiere llamar porque dicen que nunca estoy! A ver si así por lo menos la Rubia Superior me recibe con un mensajito cuando llegue. A la tarde me encontré con la Doctora Ilustre y Daria Zen. A charlar y beber (thé) como siempre. Acordamos ir juntas a una de las marchas del 1º de Mayo en apoyo a los inmigrantes latinos que padecen injusticia y media en su decisión de perseguir el cutre american dream, que por más cutre que sea, se les presenta mucho mejor que su mexican reality. Así, al día siguiente caminamos juntas y solidarias desde el Angel de la Independencia hasta el Zócalo. Pasé el resto de la tarde con la Doctora Ilustre. Es increíble, cómo a pesar de los años y de la distancia podemos seguir pasando hooooooras hablando, fumando, compartiendo. Siempre compartiendo.

Me tengo que ir, pero sigo al rato.