Friday, February 16, 2007

Visita de doctor.

Ahora sí ha pasado mucho tiempo y sin querer, la verdad.
Después del ejercicio de perdón Parte I —y patito, que fue el que vieron aquí— vino "el de adeveras", como dice Bacalao Apestoso.
Y psss, la verdad sí dolió. Fueron horas escritas y enjugadas en mangas, pañuelos desechables, almohadas y recuerdos. Y yo que me creía la antítesis del rencor... en realidad me di cuenta de que éste se me mete casi sin que me dé cuenta. "Como perro en casa", diría el Señor Polítofílico, "y luego ya hasta lo hiciste parte de tu vida, le agarraste cariño y no lo puedes sacar". Pss, más o menos así. Y falta... pero bueno ya no les contaré de esto porque qué hueva.

Mejor les cuento que fue mi cumpleaños y me encontré a Diego Luna. Y que, naca como soy, me puse re nerviosa cuando se presentó y se paró a darme un beso. De rancho hombre, qué pena... luego les cuento la anécdota completa (con referencia a previo oso con Leonardo de Lozanne y noche luminosa con una Venegas).
El pre festejo con familia incluyó al Honorable Sapo Vengador y al mismísimo Dueño de sus Quincenas. Luego vinito en su casa y la preparación psicológica para un período de chamba exhaustiva...

Me tengo que ir, sigo más tarde.

8 comments:

elisa said...

Me puedo "jactancear" (como diría la doctora ilustre) de ser, otra vez, la primera en comentar.
Chale, el rencor. Si te contara mi última experiencia con ese tema...sesión médica donde tratan el caso de esta tu amiga que traía un pulso como de muerta viviente: "tiene el hígado congestionado, seguramente por enojos reprimidos desde hace mucho tiempo, digamos, rencor.
Ups.
Lo demás, te lo imaginarás.
En verdad, el rencor se te mete y no te das cuenta. Pero te va carcomiendo. Es horrible.
Por lo pronto, yo te veo mañana para decir "salú", darte abrazos y refrendrar la fabulosa cantidad de veintitres añitos de ser amigas.
Te quiero y te dejo besos.

Anonymous said...

En mi opinión el rencor no es malo, sobre todo si te ayuda a olvidar a esa persona. Al fin y al cabo que ya todo se terminó con el no?

un beso

Miss Neumann said...

quiero TODA la anecdota ya, ademàs porque yo soy mas teta. creo que si Diego Luna me conociera se enamoraria de mi!!!!

Besitos

Juan Solo said...

Rancherota tal cual, jajja.

Indigente Iletrado said...

Lo curioso es que por más que uno diga o asevere realmente no conocemos la profundidad de nuestras pulsiones o de los alcances en nuestras vidas.

Yo una ocasión me encontré con cierta vocalista de cierto grupo pop en cierto barra de cierto bar de cierta ciudad tapatía. Cuando me le quedé viendo me preguntó si quería un autógrafo: 'Ah, no. Sólo vine por una chela'.

Ya luego en la mesa me dijeron quien era. Jo, jo. Eso me pasa por no ver la tevé. Snif.

Princess Sputnik said...

Sopas...y como llegué yo aquí? no se, pero me gustó, me gustó leer en verde y leer como bonito o algo así, y viendo un poquito más voy viendo que en los links está Bef osease mi-maestro-de-ilustración oh emocion!

en fin...

Ja, en cuanto al post...en cuanto al rencor..no es sano! se siente como dolor de panza y no sirve para mucho más...o por lo menos así me pasa a mi

Kudos.

María said...

Daria querida, qué gusto que pudimos decir "salú" un año más. Sobre rencores y otras cosas feas, pues ahí vamos, sacándolos poco a poco. Besos a ti.

Jorge, bienvenido por acá. A mi modo de verlo, sí está chafa conservar rencores. Es decir, que sirvan nomás de motor para sacar a alguien de tu vida, pero ya después hay que desecharlos antes de que nos enfermen. Beso de vuelta.

Miss Neumann, ya habrá tiempo para la anécdota completa. Y sí, seguramente Diego Luna se enamoraría de tí si te conociera... Faltaba más. Besos, ¿cuándo nos vemos?

Juan, qué gusto verte por aquí. Y si, peor que de rancho, qué pena hombre, nomás de acordarme...

Indigente, lo que me cuentas me hizo recordar una anécdota más que puede sumarse a mi mi saga de encuentros desafortunados con grandes personalidades. Debo tener un Celebrity Karma. Tema para otro post. Te mando besos.

Princes Sputnik, qué chiquito que es el mundo, ¿verdad? Ya ni se diga el mundo bloggero. Aprende mucho de tu maestro, que yo, nomás de amiguetes le he aprendido un montón. Me alegra que te haya gustado este espacio, eres bienvenida cuando quieras. Un abrazo.

Anonymous said...

mmm... siempre creí que eras un personaje mítico, pero después de leer tu anécdota de la "celebridad" me pregunto que es peor: Apenarse frente a un ser sobrevaluado como Diego Luna o contarlo...