Saturday, April 15, 2006

Susurros al oído, audífonos mediante...

El primer acoplado que recibí fue de la que fuera una de mis mejores amigas (aquélla que he perdido recientemente y a quien se refiere el post “Qué cosa fea que es el rencor, eh?”), La Amiga Perdida. Éramos unas adolescentes de 14 años en busca de nuestras primeras ilusiones en el terreno sentimental. Compartíamos más bien los primeros y más ligeros desengaños y desencuentros embuídas en el limitado ambiente de nuestra escuela fresa y nuestros, of course, ñoñísimos prospectos. Nos cortábamos las venas con galletas de animalitos escuchando un cassette que ella me grabó y que incluía a Cher cantando If I Could Turn Back Time, el cursi It Must Have Been Love de Roxette, King of Wishful Thinking de R.E.M., Every Breath You Take y Don’t Stand So Close To Me de The Police, al tiempo que nos ganaba la risa intentando llorar sin lograrlo. Ja.

Luego, a los 16, me fui a pasar el verano con la familia putativa en Madrid. Regresé con la experiencia de haber fumado mis primeros toques de hash, de mis primeras (divertidísimas) guarapetas, con dos álbumes de fotos, el primer lugar del torneo de tiro de dardos de La Fundadora (nuestro bar consentido), un montón de LP’s, 10 kilos de más y 4 acoplados (en cassette, claro está) que mi prima me grabó y que pretendían ser el soundtrack de ese viaje; incluían a Radio Futura, Nacha Pop, Duncan Dhu, Tam Tam Go, Greta y los Garbo, Juan Luis Guerra… y tanto más.

No fue sino hasta que empezaban los cortejos de El Novio Prohibido (por ahí de mis dulces 20) que fui objeto de otro de esos regalos que tanto significado tienen para mi. Se llamaba “¿A cómo el kilo de abulón?” y era una velada declaración de amor. Bueno, no muy velada… pero convenía no darse muy por enterada de las verdaderas intenciones de este rockero insolente y cínico, porque (obviooo) ¡tenía novia! Así que cuando lo escuchaba me limitaba a dejarme sentir maripositas en el estómago imaginando que todo lo que decían esas canciones me lo susurraba él al oído, y luego, por supuesto, negaba todas esas sensaciones e ilusiones al terminar de oír aquel rockcito al que no estaba acostumbrada y no entendía. Y que sólo me gustaba porque me lo regalaba él: Todavía una canción de amor y Aquí no podemos hacerlo, de Los Rodríguez, Quiero tener tu presencia de Seguridad Social, 3 am de Charly García, alguna de Sergio Arau cuyo nombre no recuerdo…

En mi relación con El Novio Prohibido, los acoplados se convirtieron en un código de comunicación. Recuerdo con especial cariño uno que me regaló, dolido, cuando le conté que me iba el verano a hacer mi servicio social a Zipolite. Se llamaba “Pa’ espantar a los alacranes”, era reggaesoso, riquito y sentido. Traía Santería (Sublime), So lonely (The Police, again), Wish You Were Here (en una versión imposible de Seguridad Social), Hace calor (Los Rodríguez), No Woman No Cry (‘Bobby’ Marley) y otras tantas.
Me acuerdo con especial dolor del que me dio cuando terminamos y yo empecé a andar con el El Artista, con el que después me casaría. Se llamaba “Pa’cordarme que te tengo que olvidar”, y no lo pude oir en mucho tiempo.
Agradezco con el alma el “Pa’l homesick” que me dio la primera vez que terminé con El Artista y corrí a llorar mis penas al otro lado del charco sin querer pensar mucho en volver. Con Jane’s Addiction cantando Jane Says, The Pixies cuestionándome Where is My Mind? y Cake recordándome “I say I want you but you don’t believe me, you say you want me but I’ve got my doubts…” y mis amores en Mexico (léase Mécsico).
Y está el último, "Muy Mamón Vol. I" (¿irá a haber más volúmenes?) un acoplado liberador y lindo que me trae a la mente los buenos momentos del reencuentro que tuvimos tras mi divorcio y en el que nos dejamos llevar algunos meses por la romántica idea de que éramos tal para cual y si el destino nos había vuelto a reunir era porque lo nuestro estaba en verdad Muy Mamón, ¿qué tal?

El Artista también me dio alguno en una ocasión específica. Después del truene que me hizo huir lejos. Es un acoplado de arrepentimiento, de “toqué-fondo-pero-me-di-cuenta-de-que-te-amo”.
Y las invitaciones de nuestra boda, que eran un poster como de película, incluían un CD con el soundtrack de la peli (o sea, el soundtrack de nuestra historia, que por angas o mangas no había sido muy planita). Incluía a Dead Can Dance, Nacha Pop, Tontxu, Clara Montes, Henry Mancini, Radiohead, Soda Stereo… A mi me gustaba. Y todo quería decir algo. Siempre. Y él o yo podíamos cantar completas cada una de esas canciones sintiéndolas en las tripas, cada estrofa, cada palabra.

Recientemente me han regalado un par de acoplados. Un par de amigos. Y sé que no pretenden ser más que una selección de buena música, porque saben que me gusta y, como buenos amigos que son, me la comparten. Me gusta, mucho... y lo agradezco más.

Pero al final todo esto viene a cuento porque extraño eso de escuchar mensajes en susurro al oído, audífono mediante… Mensajes que escribió otro pero que al oírlos, alguien que me conoce o que conoce su curiosidad por conocerme, pensó que son para mí y los recopiló para hacérmelos saber.

Aunque, y aquí viene la contradicción mariana, no sé bien a bien cómo tomaría hoy en día uno de esos compilados de secretos entre dos, seguramente con miedo, harto miedo y entonces pienso: no no, mejor ni lo pensemos... (¿qué se le va a hacer? una se queda siscada).

Anyway, sometimes I miss that so much.

11 comments:

Bridget Jo said...

qué cosa! acabo de oir-leyendo un acoplado de tu historia. cuánto me gustó esto. oiga señorita ¿y no sería hora de reunir una de cada uno, sólo por el gusto de hablarte tú a tí al oído?
yo ya regresé.. ¿nos emborrachamos? je

Nacho said...

No cabe duda, que cuando me muera darán un SOUNDTRACK recopilado de mi vida...

Ya decía yo que por eso usted me cae tan bien.

:D

Prometo compartir un par de acoplados con la Señorita Bombón.

Beso.

Indigente Iletrado said...

Al leer todo el cuerpo de tu escrito se me amontonaron letras, melodías, armonías, gritos, guitarrazos, sampleos y demás achaques musicales...
¡que rico!

Iré a ponerle remedio con mi colección de cidís.

¡Gracias!

elisa said...

Pues sí que se extraña eso de los acoplados. Uy, yo creo que el último que recibí fue del Primer Novio, a quien por cierto le encantaba hacer ese tipo de regalos. Después, ya no ha habido, aunque sí me han regalado disquitos y eso, pero no es lo mismo, los acoplados implican un cierto grado de complicidad muy chida. (Y bueno, sí, te quedas siscada, pero yo digo que hay que superar el miedito. Bueno, yo qué te digo, de miedos mejor ni hablo...) Beso y abrazo

María said...

Jo, acabo de ver tu respuesta, chale. Eso de emborracharnos creo que tendrá que ser hasta dentro de unos cuantos días. Por lo demás qué bien que te gustó y tu idea no es nada mala. Haré esa recopilación pronto, para compartírtela en vivo. Besos.
Nacho, eso, compartamos música. Besos.
Indigente Iletrado, nada que agradecer, me alegro mucho de que este post haya desatado en tí ricos achaques musicales. Te mando un abrazo.
Daria, abrazo, como siempre.

Negra said...

Me encantó tu post, me hiciste recordar muchas cosas, buenas y malas. Lo del siscamiento al rato pasa, hay que darse uno un poco de tiempo.
Muchos besos.

Nadal said...

Acabo de encontrarme High Fidelity, y recuerdo que el tipo acomoda sus LP´s de acuerdo a una especie de biografía sentimental. Me recordó mucho tu post. Siempre hay uno que otro acorde que te saca la de cocodrilo.

Miss Neumann said...

tengo tantos cassettes mezclados, con tantos recuerdos (muchos de ellos regalados) que no pienso tirar mi walkman, hasta que sea parte de un museo...

Solo espero que nunca se descomponga!!!

María said...

Negra!: qué chido tenerte de vuelta! Abrir el cajón de los recuerdos es siempre una caja de Pandora... como sea, llámame masoca, yo lo disfruto mucho de vez en vez.
Nadal: gracias por visitar, bienvenido. Yo no he visto High Fidelity, pero me la han recomendado mucho mucho. Corro a buscarla.
Human: es verdad, resultó este post en un acoplado escrito de mi historia... la sugerencia de Jo empata con lo que dices: haré la recopilación del soundtrack oficial. Buena semana para tí también.
Miss Neumann: eeeeh, tú también!!! pues eso, ahora tendrás que darle mantenimiento a tu walkman, jaaaah o también puedes digitalizar los archivos de esos acoplados y quemarlos y tenerlos en tu ipod y todo... y así (como díce Mía).
Besos a todos.

Anonymous said...

Sería chido que ahora tú te armes un acopladito, y pongas aquí los temas incluídos.
Así cualquiera puede bajar las canciones, y fabricar el suyo.
Propongo el nombre:

HÁGALO USTED MISMO VOL. 1

Virgilio Sofistófeles said...

Jum jum jum... Algo debe haber andado mal entre mi hueste y su merced donde que nuestros "compilados" de uno para uno suelen llamarse: ruptura, culpígenos, roladores; también comento que hay que tener especial precaución en las rolas seleccionadas: yo hice mis Etnostófeles y quedé con más ganas de volver a lo que fuera que otra cosa.

Ahora me dedico a hacer chavetas.